A pesar del descenso de la tasa de paro, los jóvenes siguen sin ser muy optimistas en cuanto a su futuro laboral. Y es que más de la mitad considera que deberá emigrar en los dos próximos años para poder trabajar, según se recoge en un estudio realizado por el Centro Reina Sofía sobre Adolescencia y Juventud a través de una encuesta personal a 2.013 jóvenes de 16 a 29 años de edad.
Los datos del informe también reflejan que el 35% de los jóvenes encuestados opina que es bastante o muy probable tener que emigrar para trabajar, mientras que el 23% asevera que es algo probable. Tan solo el 38% se muestra más optimista y afirma que cree que es poco o nada probable emigrar por motivos laborales.
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Sin embargo, llama la atención que, a pesar de esa percepción, solo el 4% de los jóvenes contempla la emigración como primera opción a la hora de buscar empleo frente a un 24% que cree que es la alternativa adecuada si se encuentra una buena oportunidad. Por su parte, el 32% baraja la opción solo por necesidad y para un 10% es el último recurso. Además, un 12% no se lo plantea.
El pesimismo de los jóvenes en materia de trabajo igualmente se refleja en cuanto a las oportunidades profesionales, puesto que el 45% estima que tendrán menos ocasiones que sus padres y el 74% opina que será bastante probable o muy probable tener que trabajar de lo que sea. También es significativo que un 67% considere que dependerá económicamente de su familia.
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De hecho, el empleo, sobre todo un puesto de trabajo que guste, es una de las mayores dificultades que perciben los jóvenes y que es apuntada por el 66,1% de los encuestados, seguida de poder comprar o alquilar una vivienda y de formar un hogar o familia. Estas últimas preocupaciones se indican con el 63,1% y el 63,4%, respectivamente.
A la hora de buscar empleo o el puesto de trabajo que se buscaba cuando no se trabajaba, la respuesta es clara: el 44% quiere un empleo adecuado al perfil profesional con buena remuneración y que esté en el lugar de residencia. Una opción que contrasta con el 11,1% que manifiesta que solo pide un empleo sin exigir nada.
Y, ante una oportunidad laboral, ¿qué es lo más importante para el colectivo juvenil? La seguridad y estabilidad encabeza el ranking con el 72,1% de los encuestados, seguido de lejos por tener unos ingresos justos –el 30,2%-, y de las posibilidades de crecer profesionalmente (29,1%).
Otro de los aspectos que se analizan en el estudio es la opinión de los jóvenes sobre las políticas de empleo y las actuaciones de las administraciones en este ámbito. Y la respuesta una vez más es clara: más del 50% afirma que “no hacen nada” o “hacen muy poco”. Además, consideran que las medidas son insuficientes.
Unas valoraciones con las que el porcentaje de jóvenes que critican las actuaciones desde instituciones públicas alcanza el 80%. Esta percepción es mayor en los jóvenes de más edad, en los que tienen el nivel obligatorio de enseñanza, están en paro y son de clase baja o media baja. Es llamativo que solo el 0,3% opine que las administraciones “hacen mucho” y un 1% considere que se “hace bastante”.
El 53% de los jóvenes tiene escasa información sobre ayudas y programas públicos
No obstante, hay que tener en cuenta que, de acuerdo con el estudio, la mayoría de los jóvenes –el 53%-, tiene escasa información sobre ayudas y programas públicos de formación para el empleo y el 21,4% reconoce que no tiene ninguna, siendo tan solo el 23,8% los que disponen de “abundante” o “suficiente” conocimiento sobre ellos.
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La formación, vía hacia el empleo
De hecho, para encontrar un empleo confían más en la formación, vía que es considerada como la más útil para acceder a un puesto de trabajo en el 75% de los jóvenes, aunque hay un 14,4% que tienen una confianza baja en cuanto al valor de los estudios y un 6,5% ha apuntado que no sirven para nada.
A la hora de elegir los estudios, la vocación se sigue imponiendo en el 82% de los encuestados frente al 18,6% que señala una atribución utilitarista. Con independencia del motivo por el que se hayan decantado por una formación u otra, el 61,7% cree que le han preparado para las necesidades laborales, si bien hay un 32% que opina que es escasa.
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En esta percepción sobre la adecuación y empleo, los porcentajes varían en función del nivel de estudios. Es significativo que el 62% de los que ven su utilidad han pasado por la universidad, porcentaje que se eleva hasta el 76,6% en el caso de la FP.
Pero, ¿qué creen los jóvenes que piden las empresas al seleccionar a los candidatos a un empleo? El 39,6% asevera que se priman los conocimientos y la formación, seguido de la iniciativa con el 38,8% y la capacidad de trabajo en equipo con el 32%.
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