El currículum es la carta de presentación de un profesional y en ocasiones su única puerta de entrada al trabajo de sus sueños. El personal de Recursos Humanos de la empresa no dedicará más de 30 segundo a revisar este documento, así que acertar con él es crítico.
Lo primero que debes saber es que no existe un currículum perfecto para todos los trabajos, sólo un modelo que se adapte mejor de forma genérica y que después hará que personalizar. En este sentido, la primera clave para un CV de 10 es adaptarlo al puesto y empresas al que aspiras.
Katie Simon, diseñadora y autora de uno de los curriculums más compartidos, explica que dispone con un documento base con todas sus fortalezas de forma que puede decidir cua´l pone en cada solicitud.
Simon apuesta por el CV sencillo, minimalista y fácil de ver
Un segundo punto en el que Simon coincide con los expertos de The Ladders es apostar por formatos sencillos, minimalistas y que sean fáciles de ver. Esto pasa por huir de colores estridentes y de fuentes rara. Eso sí, tampoco caigas en usar la clásica Times New Roman.
A la sencillez, hay que unir la concisión. Una hoja es lo óptimo y más puede ser hasta contraproducente. Esto también aplica a las secciones, que no deberían tener más de tres o cuatro subsecciones con dos o tres puntos cada una.
Este límite de espacio te obligará a ser más claro y a afinar más en la cuarta clave: elegir correctamente las palabras clave que quieres resaltar y que deben ser las que te definan y resuman tus fortalezas. Para dar con ellas piensa en tus habilidades y también en las cualidades que buscará la empresa al mirar tu cv.
Estas palabras deberán aparecer a lo largo de tu experiencia profesional que debes poner en orden cronológico inverso. En otras palabras, desde tu puesto actual hacia atrás. Al reclutador le interesa tu historia, pero especialmente la más inmediata. Si colaboras con varias empresas al mismo tiempo, puedes optar por agruparlas en función de las habilidades que requiere cada una de ellas.
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La clave número seis pasa por ser analítico. En otras palabras, habla de números y resultados antes que de habilidades. A la empresa le interesa lo que sabes hacer, pero sobre todo lo que has conseguir y si es con cifras, mejor que con palabras.
Al hablar de tu carrera incluye el puesto que ocupaste, pero no te olvides de describir tus funciones. Éstas funciones son las que te permitirán incluir las palabras clave y las que te diferenciarán del resto de candidatos. La descripción de la compañía puedes obviarla, salvo que claramente te beneficie. En cuanto a las experiencias, una recomendación específica de Simon es incluir algún detalle extravagante pero útil que hable de tus habilidades blandas como capacidad de comunicación, de trabajar bajo presión o creatividad.
Si todo esto te parece demasiado para una hoja, no tengas problema en descartar los trabajos más antiguos salvo que sean especialmente relevante. Un ejemplo sería una estancia en el extranjero durante tus primeros años como profesional. No te preocupes porque el último consejo te permitirá extenderte todo lo que quieras: menciona tus redes sociales profesionales y tu página web si la tienes. La empresa va a investigar igualmente en ellas, así que mejor ponérselo fácil y cuidarlas como una versión extendida de tu curriculum.
Por último y al margen de los 10 puntos clave, piensa siempre en tu curriculum como una guía para la empresa en la que le vas a contar cómo eres el candidato que necesitan para ese trabajo que está esperándote.
Leer ahora:
Lo que tienes que poner (y lo que no) en la sección ‘Habilidades’ del Currículum