Alrededor de 445.000 estudiantes universitarios solicitan una beca del Ministerio de Educación, aunque solo dos de cada tres son beneficiarios, percibiendo una media de 2.200 euros.
Uno de cada tres universitarios no hubiera podido estudiar en la universidad sin beca
Son datos que reflejan la importancia de estas ayudas para la formación, que son aún más contundentes si se tiene en cuenta que el 31% de los estudiantes universitarios no hubiera podido estudiar en la universidad sin la beca. Además, el 70% tendría que buscar un empleo o pedir ayuda y un 22% tendría dificultades para continuar con su formación universitaria.
Pero este sistema de becas de España está en el punto de mira de la Autoridad Independiente de Responsabilidad Fiscal (AIReF), que ha lanzado una serie de propuestas con el fin de introducir cambios para mejorar las ayudas actuales en base a los datos de esta encuesta previa que ha realizado con el fin último de garantizar la igualdad de autoridades.
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Son diversas propuestas que afectan tanto al período de pago como a sus importes y a los criterios para la concesión de la beca, entre otros aspectos, que quedan recogidos en el cuarto ‘Estudio de reducción del gasto’ que, en esta ocasión, ha estado centrado en las becas universitarias.
Uno de los cambios más importantes es la fecha de abono de estas ayudas. Desde la AIReF se propone adelantarla, de manera que el pago se realice a comienzos de curso para que los estudiantes puedan disponer de la beca. Esto conllevaría a su vez que la convocatoria se realizase antes: es decir, en agosto en lugar de enero, pero permitiría que los alumnos no tuvieran que adelantar dinero hasta aproximadamente la mitad de curso hasta recibir la ayuda y posibilitaría saber desde su inicio los recursos económicos disponibles.
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Aumentar las becas de residencia
Otro de los principales cambios que se proponen es el aumento de la cuantía de las becas. En este caso, la medida atañe a las becas de residencia con el fin de aumentar la cantidad en un 80% para que los estudiantes perciban 2.700 euros en lugar de los 1.500 euros actuales con el fin de cubrir mejor los gastos de tener que vivir fuera del hogar familiar por el cambio de residencia para estudiar.
Esto supondría un coste de alrededor de 98 millones de euros, cantidad que se debe sumar a los 122 millones que el Ministerio de Educación destina a este fin, produciéndose un incremento del 44%.
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El coste de estudiar en otra ciudad supone un 60% más de gasto para los estudiantes
Pero el cambio sería importante porque el coste de estudiar un año de grado es de alrededor de 6.600 euros cuando el estudiante tiene que residir fuera –la cantidad que se percibe así es claramente insuficiente para cubrir gastos-, frente a los 3.900 euros de ir a la universidad sin tener que dejar el hogar familiar.
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El estudio también se centra en analizar los criterios económicos que se barajan en la actualidad para conceder las ayudas. En este caso, igualmente, la AIReF aboga por su revisión porque los umbrales de renta que se emplean no se han actualizado desde el año 2010. Y esto es especialmente importante para las familias vulnerables porque disponer de una beca incrementa en un 30% la posibilidad de que el estudiante obtenga la titulación universitaria.
La AIReF ha puesto el foco a su vez en la necesidad de promocionar más las becas para que todos los estudiantes puedan conocer las opciones que tienen y su dotación económica, ya que se ha observado que alrededor del 17% de los alumnos que cumple con los requisitos no solicita la ayuda por desconocimiento. Para ello, propone crear centros de atención al estudiante y un portal de solicitud única para todas las becas universitarias estatales y autonómicas.