Los monitores de Yoga y Pilates son, actualmente, una categoría profesional muy demandada a nivel mundial. Y es que, si bien es cierto que hace unas décadas tanto el Yoga como el Pilates eran simplemente dos disciplinas de moda entre la población, actualmente se han convertido en actividades imprescindibles en los centros deportivos, gimnasios, centros wellness o centros de fisioterapia y rehabilitación.
Yoga
En el caso concreto del Yoga, se trata de una actividad que ha cosechado popularidad a nivel mundial, porque nos ayuda a reducir el estrés que sufrimos diariamente, aumenta nuestra sensación de bienestar, y nos aporta gran parte de la elasticidad que hemos ido perdiendo con el paso del tiempo.
Los monitores de Yoga tienen un rol muy importante a la hora de mejorar la calidad de vida de sus alumnos a través de la filosofía, el estilo de vida, y las posturas que se practican en esta milenaria disciplina.
Para convertirse en instructor o monitor de Yoga es recomendable contar con una formación que esté regulada oficialmente como Certificación Profesional dentro de las Actividades Físicas y Deportivas.
Existen muchos cursos destinados a la formación de profesores de Yoga, y a la hora de elegir, todo depende de la especialidad en la que deseemos formarnos: Hatha Yoga (Yoga de las posturas), Bandhas, Ayurveda, Mindfulness, Tantric Yoga, o Sensory Yoga, entre otras muchas.
Pilates
El Pilates, por su parte, es un método de entrenamiento que cuenta cada vez con más demanda a nivel profesional, sobre todo en gimnasios, centros deportivos, centros wellness, clínicas de rehabilitación o, simplemente, para impartirlo como parte de un entrenamiento personal e individualizado.
Todos los ejercicios que se imparten en Pilates ayudan a quienes los practican, no sólo a mejorar la capacidad física, sino también a incrementar la capacidad de control y de concentración. Por este motivo, su popularidad y demanda han crecido exponencialmente durante las últimas décadas.
El instructor de Pilates debe ser un profesional altamente formado en este método deportivo y que goce, además, de una excelente condición física para poder plantear a sus alumnos un entrenamiento variado y eficaz.
Los cursos de formación para ser instructor de Pilates suelen aportar diferentes conocimientos que son fundamentales a la hora de ejercer esta profesión, como anatomía, biomecánica muscular, o higiene postural, técnicas de entrenamiento o técnicas de musculación.