De la transformación digital depende mantenerse en el mercado. Lo advirtió la semana pasada el Ministerio de Industria respecto a las empresas españolas y la misma lógica puede aplicarse a quienes estén buscando empleo o aspiren a avanzar profesionalmente.
Los avances tecnológicos y el peso creciente de la economía digital están alterando día a día las habilidades que se demandan para acceder a un empleo en áreas de actividad que van desde la enfermería o la medicina, hasta el arte, la contabilidad o la ingeniería, por ejemplo.
En nueve de cada diez empleos futuros las competencias digitales serán un requisito
Para hacer frente a estas estimaciones de la Comisión Europea, estudiantes y profesionales necesitarán por tanto reforzar habilidades tecnológicas para mantenerse competitivos en el mercado de trabajo que viene.
Entre los profesionales de las Tecnologías de la Información y la Comunicación las necesidades de formación son también clave ante un sector que demanda de forma continua nuevos perfiles y para el que la especialización y actualización de competencias son un factor esencial.
Frente a las dificultades para el acceso a un empleo en otros sectores, las TIC mantienen el dinamismo y registraron el pasado mes de octubre un incremento en las ofertas de empleo del 56% respecto al mismo periodo del año anterior.
Existen por tanto oportunidades para quienes apuesten por formarse en las competencias tecnológicas más demandadas por las empresas del sector, que enfrentan dificultades para encontrar candidatos con las habilidades adecuadas, según la asociación AMETIC.
Entre los perfiles con más vacantes: técnicos web y de sistemas, desarrolladores de software, programadores de aplicaciones y profesionales de red.
En la misma línea se han pronunciado las autoridades comunitarias europeas, que sitúan en los seis dígitos – hasta 850.000 – la escasez de trabajadores suficientemente cualificados en el ámbito de las TIC de aquí a 2020.
La acreditación de competencias con validez internacional, a través por ejemplo de la certificación oficial, puede jugar en este contexto un papel importante para quienes estén interesados en aprovechar esta demanda del mercado laboral europeo y la cada vez mayor implantación de la economía digital.