Tener cumplidos los 30 años no es un impedimento para retomar los estudios. | Martin Reisch vía Unsplash

Foto: Tener cumplidos los 30 años no es un impedimento para retomar los estudios. | Martin Reisch vía Unsplash

Estudiar más allá de los 30 años: ¿y si es el mejor momento?

La motivación y la capacidad de esfuerzo ayuda a las personas de más edad a asumir el reto de volver a coger los libros para conseguir un título.

Comenzar estudios a partir de los 30 años es posible, pero requiere esfuerzo y dedicación, y más cuando se está trabajando.

Hay muchas personas que en su día decidieron abandonar el sistema educativo, pero que con el paso del tiempo descubren que les apetece retomar su formación. En otras ocasiones, es el propio mercado laboral el que empuja a reciclarse con nuevos conocimientos. En ambos casos, tener cumplidos los 30 años no es un impedimento para retomar los estudios. La clave del éxito de la nueva etapa es la motivación y la capacidad de esfuerzo.

Cursos de Acceso a la Universidad

La Universidad contempla la posibilidad de retomar los estudios a partir de cierta edad. Por ello establece pruebas de acceso para mayores de 25 años y para mayores de 40, además de habilitar Aulas de Mayores a las que acuden personas con ganas de formarse y obtener un título. Algunas de ellas, incluso están jubiladas, pero tienen la ilusión de seguir aprendiendo sobre un tema en concreto.

>> Ver Cursos de Acceso a la Universidad para Mayores de 25 años.

Opción flexible: formación online

Es cierto que a partir de cierta edad la formación suele combinarse con la vida laboral, lo que limita el tiempo que la persona tiene para sacar adelante sus estudios. En estos casos, existe la posibilidad de realizar una formación online, que permite avanzar en los estudios de una manera más flexible. Sin embargo, esta opción exige un compromiso por parte del interesado, que debe organizar su tiempo para estudiar en sus ratos libres.

Con la posibilidad de la formación online el alumno no tendrá que pisar el aula salvo para la realización de determinadas pruebas en las que es necesaria la asistencia del alumno. La Universidad ofrece muchas facilidades en la realización de los exámenes a los alumnos de más edad que justifican que están trabajando y estudiando.

Sí, quiero, pero… ¿qué estudiar?

Hay algunas categorías que suelen ser especialmente valiosas y adaptadas a quienes ya tienen una experiencia de vida:

Cambiar de carrera o mejorar profesionalmente

Tecnología y programación: cursos de desarrollo web, análisis de datos, ciberseguridad o inteligencia artificial. Plataformas como Coursera, edX o OpenBootcamp ofrecen opciones desde cero.

Marketing digital: SEO, redes sociales, publicidad online, copywriting. Muy útil si quieres emprender o trabajar en entornos digitales.

Gestión de proyectos: metodologías como Agile, Scrum o PMP. Muy valoradas en empresas.

Idiomas: inglés, francés, alemán… o incluso chino. Siempre abre puertas.

Desarrollo personal y emocional

Psicología práctica: inteligencia emocional, mindfulness, comunicación asertiva.

Finanzas personales: aprender a invertir, ahorrar, planificar tu jubilación.

Creatividad: escritura, fotografía, diseño gráfico, pintura digital.

Emprender o reinventarte

Emprendimiento y negocios: cómo montar una empresa, gestión financiera, liderazgo.

Cursos técnicos o manuales: carpintería, cocina profesional, reparación de dispositivos, estética.

Formación profesional oficial: FP para adultos en España, con títulos reconocidos.

Bienestar y salud

Nutrición y deporte: entrenamiento personal, yoga, alimentación saludable.

¿Merece la pena?

Con respecto a los alumnos que ya han cumplido los 30 y quieren volver a estudiar, la motivación y la capacidad de esfuerzo son necesarios, ya que será necesario sacrificar momentos de ocio para conseguir las metas. En este sentido, resulta conveniente contar con el apoyo familiar, ya que facilitará el tiempo de estudio.

En cualquier caso, estudiar siempre merece la pena, independientemente de la edad, ya que la meta es el ansiado título que puede ayudar a una rápida inserción laboral o a mejorar la posición que la persona tiene en el mercado laboral.

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