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Diez técnicas infalibles para estudiar más en menos tiempo

Diez técnicas infalibles para estudiar más en menos tiempo

Hacer descansos para relajar mente y cuerpo y planificar el tiempo de estudio para cada materia es de gran ayuda para aprovechar al máximo las horas, aprender y disponer de momentos para el ocio.

Con el comienzo del nuevo curso, toca volver a ponerse delante de los libros, tomar apuntes y acudir a clase. Y, por supuesto, hay que estudiar para aprender y superar los exámenes para pasar al siguiente nivel. Un año más, muchos estudiantes se enfrentan al dilema de cómo pueden estudiar para aprovechar el tiempo al máximo y que el estudio sea realmente efectivo.

En la actualidad, hay técnicas de estudio de lo más diverso que mejoran el aprendizaje, que se pueden combinar con algunos trucos para rendir más y que el tiempo que se dedica a estudiar sea mucho más productivo. Pero para ello, además de técnica, se requiere también ser constante. Tampoco se debe dejar todo para el final, algo que lamentablemente hacen muchos estudiantes. Pero vamos con los trucos:

Motivación: la principal clave para estudiar es estar motivado. En caso contrario, de nada sirve todo lo que se haga. Debe existir un interés real por aprender y comprender las materias que son objeto de estudio. Es el punto de partida básico.

Metas: cada estudiante debe marcarse unas metas o aspiraciones que son las que se pretenden conseguir con el estudio. Sin embargo, tienen que ser realistas y asumibles por cada uno para que no se produzcan problemas emocionales al pensar que no se va a ser capaz de lograrlo, se caiga en el desánimo, se pierda motivación y, en consecuencia, no se rinda al estudiar.

Planificación: antes de comenzar a estudiar, siempre es importante hacer un planning con las diferentes materias que se van a tener que aprender y atendiendo a las fechas de los exámenes. De esta manera, se ordena el estudio y será más fácil conseguir los objetivos y metas. Al diseñar este plan, también es conveniente valorar la dificultad de cada materia para asignar el tiempo preciso a cada una de ellas.

Ordenar: además de hacer un planning para estudiar todas las asignaturas que se cursan, es importante establecer un orden dentro de ellas y de las horas que cada día se dediquen al estudio. Por ejemplo, no es nada favorable que las asignaturas que sean parecidas estén seguidas porque así solo se generará más confusión. Aparte, dentro de cada materia, es importante que los contenidos estén distribuidos en unidades o bloques de estudio, que no tienen por qué coincidir con las lecciones del libro, sino que debe ser una estructura que realmente nos ayude a recordar mejor.

Repetir: una de las mejores maneras de optimizar el tiempo de estudio es repetir de forma continuada y repasar lo aprendido, ya que así se reduce el olvido. De hecho, en la planificación debe incluirse tiempo para el repaso.

Asociar: un buen truco a la hora de estudiar y para retener más lo que se está aprendiendo es asociar los contenidos a ideas, situaciones, personas conocidas, objetos… Todo vale con el fin de poder recordar más fácilmente.

Curiosidad: aunque se siga una técnica de estudio, la verdad es que es difícil centrarse en aprender cuando la materia a estudiar no interesa o no gusta. Para ello, es importante buscar un estímulo o algo que despierte la atención. Por ejemplo, se puede estudiar la materia a modo de curiosidad o encontrarle alguna utilidad en el día a día.

Ocio: es importante que, aunque haya que estudiar, siempre quede tiempo cada día para el ocio o para realizar una actividad que guste, practicar ejercicio… Así, estudiar será mucho más llevadero y no generará tanto rechazo tenerse que sentar en la silla frente al libro y el ordenador.

Descanso: además de dejar tiempo para el ocio, igualmente fundamental es hacer descansos en las horas de estudio. No hay que olvidarse de que el cansancio intelectual es peor que el físico en el sentido de que cuesta más recuperarse y también se nota fatiga antes cuando la atención se pone al 100%. De esta manera, se recomienda que cada 20 o 30 minutos, se levante la vista del libro o pantalla de tableta o portátil para descansar la vista y la mente.

Postura: aparte de descansar la mente, es bueno relajar el cuerpo para evitar contracturas y molestias por tener la cabeza y la espalda en la misma posición durante horas y horas. Cambiar de postura o hacer ejercicios de relajación o estiramientos, ayudarán a sentirse mejor no solo físicamente, sino también a nivel mental.

Pero, estos trucos de nada sirven si no se tiene técnica de estudio. Es muy positivo aprenderla para lo que se puede recurrir a formación especializada a través de, por ejemplo, el Curso para aprender a estudiar. Técnicas de estudio en Madrid, que imparte MiAcademia para que las personas puedan saber por qué no se concentran y por qué se olvida rápidamente lo estudiado, además de aprender herramientas para estudiar y estar preparado para hacer frente a cualquier tipo de formación y titulación que se quiera conseguir.

Para ello, el curso enseñará a estudiar correctamente y a que cada persona utilice técnicas efectivas de aprendizaje, huyendo así de las metodologías que, en muchas ocasiones, se enseñan en los centros educativos para memorizar sin comprender y que suelen hacer que el estudiante fracase.

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