El apartado de inglés de un curriculum es uno de los más inseguridades generan. Ser sincero, certificar tus habilidades y poner o no determinados datos pueden ser la diferencia entre continuar o no en el proceso de selección de candidatos.
Mentir no es una buena idea. Según datos de ABA English, los españoles suelen mentir sobre sus habilidades lingüísticas, especialmente sobre su nivel de inglés. Teniendo en cuenta que el 54% de los jóvenes de entre 20 y 45 años tienen la sensación de haber perdido oportunidades laborales por este motivo, es habitual que surja la tentación de engordar el currículum. Mentir no es una buena idea porque, aunque pongamos que tenemos un nivel alto de inglés, lo cierto es que éste suele ser evaluado en las entrevistas del trabajo, que suelen ser el siguiente paso para los seleccionados tras una primera criba en el curriculum.
Mejor no caer en ambigüedades. Algunas frases hechas como “buen nivel de inglés” son muy subjetivas. Las empresas y los reclutadores no suelen fiarse de estos términos, sino que exigen certificados que verifiquen de manera objetiva, medible y oficial el conocimiento de inglés de los candidatos. En estos casos, lo mejor es obtener una certificación emitida por un organismo autorizado, como Cambridge English Language Assessment.
Qué datos especificar si se tiene un certificado de idiomas. Lo más habitual es incluir el nombre del test, tu puntuación según el Marco Común Europeo de Referencia para las Lenguas y a continuación un descriptor del nivel, por ejemplo “alto” o “intermedio”.
¿Y si no tengo certificado de idiomas? Lo mejor es hacer referencia a una autoevaluación utilizando herramientas con escalas de clasificación normalizadas y de prestigio, que suelen estar presentadas habitualmente como listas de destreza.
Si destacamos en una habilidad, centrémonos en ella. Hay certificaciones que miden las habilidades lingüísticas en áreas específicas, como BULATS (Business Language Testing Service), de Cambridge English. Si contamos con una certificación con un buen nivel en un área determinada podremos destacarlo.
No olvidar mencionar la motivación por el aprendizaje. En ocasiones las empresas no buscan candidatos con muchos conocimientos o experiencia, sino que están interesadas en encontrar profesionales con un gran potencial de crecimiento. Mencionar la asistencia a cursos de idiomas o la autoformación a través de herramientas digitales puede suponer una valoración positiva por parte de la persona que está seleccionando a los candidatos. Asimismo, si tenemos experiencias relevantes con el idioma, como estancias en el extranjero o inmersiones lingüísticas también debemos destacarlas.