Formarse es necesario, pero no necesariamente barato. Un máster puede costar desde 400 euros hasta los más de 100.000 euros que hay que desembolsar por un MBA de élite. El resultado es que la mayoría de personas tiene que hacer números antes de lanzarse a por su postgrado.
Las propias escuelas y universidades lo saben y por eso se afanan en ofrecer becas y ayudas para cubrir parte del coste. De hecho, es habitual que se encarguen de buscar fórmulas para aprovechar la formación bonificada que ofrece la Fundación Tripartita a empresas y autónomos.
¿Y si estas opciones no son suficientes? Siempre quedarán los bancos como fórmula para financiar tu máster. Sin llegar al grado de especialización estadounidense, la banca cuenta con préstamos específicos para estudios de postgrado. De hecho, las entidades diferencian claramente su oferta en función del tipo de curso que se quiera hacer (grado o postgrado).
En este sentido, los préstamos para estudios de grado tienden a tener mejores condiciones, un tipo de interés más limitado, sobre todo, un amplio periodo de carencia. En otras palabras, permiten no tener que devolver el dinero hasta pasado un tiempo. En los préstamos para máster esta carencia suele ser más limitada, ya que también lo es la duración de los estudios.
Las cuantías y tipo de interés varían en función de cada entidad. En la mayoría de casos, el límite ronda los 50.000 euros, aunque los hay que alcanzan los 80.000 euros.
El tipo de interés va desde el 4,5% hasta el 7%, pero el baremo está más bien en la parte alta, en torno al 6%. Además, casi siempre habrá una comisión de apertura de entre el 0,75% y el 2% según las cifras de CrediMarket y puede exigirse vinculación con la necesidad de domiciliar la nómina, aunque no suele ser tan habitual.
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Estas son algunas de las ofertas que se pueden encontrar:
Banco Sabadell. Ofrece un préstamo a 10 años con un TAE del 7,28% y un TIN del 6,5% para cubrir el coste total de los estudios. No tiene comisión de estudio, pero sí de un 0,5% por reembolso anticipado.
BBVA. Su Préstamo Máster Blue propone un tipo de interés al Euribor los seis primeros meses y un tipo fijo en torno al 6% para el resto, dependiendo del importe a contratar y la vinculación. Siempre será necesario contar con una cuenta en el banco y el capital a financiar puede llegar hasta los 50.000 euros.
Bankia. Cuenta con el Crédito Joven que abona hasta 30.000 euros sin gastos ni comisiones y a devolver en 60 meses. El tipo de interés en este caso dependerá de las circunstancias personales.
Kutxabank. Su Préstamo Máster permite acceder a 60.000 euros a devolver en hasta 8 años. Además, incluye hasta 2 años de carencia opcional dependiendo de la duración del máster.
Banco Santander. La entidad propone dos opciones La primera es el Préstamo Smart 1,2,3 para quienes tengan contratada la cuenta con el banco. Ofrece hasta 1.500 euros a devolver en 18 meses. La segunda es el Préstamo Formación Global, más orientado a estudios directamente. En este caso la cantidad a financiar es de 60.000 euros con una comisión de apertura del 3% que se puede financiar también y un plazo de devolución de entre 12 y 84 meses. Tipo a aplicar es de Euribor + 4%.
Cofidis. Ofrece un crédito para estudios de hasta 15.000 euros y un TIN desde 4,95% con una TAE del 5,07% sin comisión de apertura a devolver en 48 meses.
Másteres con descuento:
10% Máster en Realidad Virtual
10% Máster Oficial en Dirección de Recursos Humanos
60% Máster online en Logística
100% (sólo tasas) Máster online en Dirección Administrativa
Además de estas alternativas específicas, siempre cabe la posibilidad de solicitar un préstamo personal al uso en entidades que no tengan préstamos de máster.
¿Hay vida más allá de los préstamos? La realidad es que sí, pero en la mayoría de los casos las condiciones serán peores. En este sentido se puede recurrir a los préstamos rápidos, pero los intereses a pagar serán mucho mayores y también la penalización en caso de impago. Y si estás pensando en usar la tarjeta de crédito, ten cuidado al establecer la fórmula para devolver ese dinero, ya que los intereses pueden dispararse.