El Trabajo de Fin de Máster es algo más que un trámite para obtener el título. Las idas y venidas del máster de Cristina Cifuentes y de otros tantos políticos que se han apresurado a borrar de la web del Congreso parte de su formación de postgrado de la que presumían son el mejor ejemplo.
El propio nombre de “trabajo” ya hace presuponer que completarlo supone un esfuerzo. No todo vale en un trabajo de fin de máster, que según figura en el RD 93/2007, de 29 de octubre, es obligatorio para conseguir el título de máster oficial.
Y es que un trabajo de fin de máster debe servir como un resumen que sirva para evaluar las aptitudes y conocimientos que se adquieren durante el postgrado y que deben estar en línea con lo que marca el RD 1027/2011.
A partir de ahí, cada escuela adapta la normativa y establece sus propios requisitos sobre el tiempo, forma y contenido de un trabajo de fin de máster. Si tienes curiosidad por conocer las del máster de Cifuentes, aquí puedes verlas.
Para superar con nota tu trabajo de fin de máster debes planificarte y tener claro el proceso a seguir. Independientemente de la universidad, todos los trabajos de fin de máster empiezan por la elección de tema y del director del máster, que no tienen por qué hacerse en ese orden, a lo que le sigue elaborar e trabajo, defenderlo y publicarlo.
Estos diez consejos alineados en orden cronológico te ayudarán.
Elige bien el tutor, siempre que puedas. Dependiendo de tu universidad podrás elegir al tutor o se te asignará uno. Si puedes escógelo tú mismo. Busca un profesor que sea cercano en el trato y que sepas que se involucrará en el trabajo. Es mejor contar con un tutor que de verdad te ayude y te guía a uno que simplemente tenga más nombre.
Elige bien el tema a tratar. Esta es quizás la parte más importante. Es recomendable que elijas una temática relacionada con el máster y, a poder ser, que se haya tratado en el departamento. Es importante que el tema te guste, pero todavía más que sea viable. En este punto un buen tutor te ayudará a dar con la temática que mejor encaje contigo y con tus habilidades.
Un buen tema será limitado en materia, preciso y deberá proporcionar resultados significativos.
Define tus objetivos. En línea con el último punto, un trabajo de fin de máster debe dar resultados de algún tipo. No estamos ante una tesis doctoral, pero aún así debes marcar unos objetivos concretos para el trabajo. Estas metas deberán ser viables, evaluables y relevantes.
Documentación y planificación del trabajo. Las dos van de la mano y te ayudarán a ser concreto y tener claros los pasos que debes dar. Empieza por concretar qué tareas vas a realizar y en qué plazos y por plasmarlas en un título del trabajo y un índice extendido de cada capítulo. Con ellos en mente podrás empezar la labor de documentación.
En un trabajo de fin de máster se espera que haya documentación extensa con citas y referencias a otros trabajos anteriores que apoyen tu tesis.
Respeta las formas al redactar. El departamento del máster te dará un documento que resume el protocolo del trabajo. En él encontrarás una guía sobre el formato, tono y estilo del texto a presentar. Lo más normal es que todo trabajo incluya una portada, un índice paginado, una introducción, el estado de la cuestión y fundamentación teórica, el plan de trabajo y la metodología, el desarrollo y los resultados, las conclusiones, la bibliografía y por último los anexos.
El principio, mejor al final. La introducción en el trabajo de fin de máster. En la introducción se definen los objetivos y el problema. Al igual que en una serie de televisión o en una novela, debes ser capaz de conectar con el lector y despertar su interés. El mejor consejo para la introducción es dejarla para el final, cuando ya esté redactado el resto del trabajo. El motivo es que así tendrás mucho más claras las ideas y lo que has contado en cada apartado.
Las conclusiones son el final, no el resumen. Entre los errores más repetidos en los trabajos de fin de máster es tratar el apartado de conclusiones como un resumen final. La conclusión, como su propio nombre indica, sirve para cerrar el trabajo. Es la forma en la que vas a finalizar tu exposición, que será respondiendo a las preguntas que planteabas como objetivo del trabajo. La clave en este punto es ser sintético, ya que no es recomendable exceder las tres páginas.
Cuidado con las referencias bibliográficas y anexos. Otro de los puntos negros en todo trabajo de máster. Es fácil equivocarse a la hora de referenciar trabajos. Para evitarlo, primero hazte un esquema de cuándo vas a utilizar cada una y segundo ten claro cómo ponerlos. La forma más sencilla es poner autor, fecha y nombre del trabajo ordenados alfabéticamente.
Superar la presentación: aprende a defender tus tesis. La presentación y defensa del trabajo es uno de los momentos que más impone. Todo el acto no debería superar los 20 minutos de duración y como lo normal es que tengas más cosas que decir que tiempo, conviene ser sintético. Es importante que practiques antes y que lleves tu discurso aprendido. Al final no va a ser diferente de una presentación al uso en la que debes cautivar al principio, ser conciso en el cuerpo de la exposición, ordenando las udeas de forma secuencial y mostrar pasión en la resolución final.
Un buen consejo para vencer los nervios es llevar muy trabajado el comienzo, a poder ser casi de memoria, para ganar confianza.
Publica tu trabajo y decide hasta dónde quieres que llegue. El último punto es la publicación de tu trabajo de máster. Puedes hacerlo con una editorial, aunque lo normal es dejarlo en la universidad abierto para que sirva de referencia a futuros alumnos. Otra alternativa es contactar con revistas especializadas para poder hacer un resumen del mismo y darlo a conocer.