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Pupitres dentro de una aula

Foto: Pupitres dentro de una aula

Vuelta a las aulas: ¿cómo será el nuevo modelo híbrido presencial-online?

El nuevo modelo educativo marcado por la pandemia de COVID-19 camina hacia una educación mixta que combina la enseñanza presencial y online.

La crisis sanitaria desencadenada por la pandemia de COVID-19 ha dejado a cerca de 9,5 millones de estudiantes españoles en casa durante los últimos meses tras el decreto del estado de alarma por el que se ordenó el cierre de todos los colegios educativos de nuestro país el pasado 15 de marzo. 

Ahora, 11 semanas después de que se dieran por concluidas las clases presenciales en los colegios españoles, nos enfrentamos al gran  dilema de cómo será la vuelta  a las aulas para todos los escolares que, desde el pasado mes de marzo, están aprendiendo desde casa. 

Mientras que el Ministerio de Educación ya ha remitido a todas las Comunidades Autónomas un documento explicativo con las instrucciones que se deben seguir para cuando se reinicien las clases presenciales en los centros educativos, todavía sigue habiendo muchas dudas de cómo será la vuelta al cole el próximo curso académico. 

De hecho, el propio Ministerio de Educación y Formación Profesional ha barajado la posibilidad de plantear una vuelta al cole con una educación mixta, que combine la metodología de enseñanza presencial con la metodología de enseñanza online en los colegios. 

Pero ¿cómo funcionará ese modelo mixto y que ventajas e inconvenientes tiene tanto para los alumnos,  como para los profesores y los padres? Lourdes Guàrdia y Albert Sangrà, profesores de los Estudios de Psicología y Ciencias de la Educación de la UOC, creen que todavía hay muchas dificultades que solucionar para que el modelo educativo mixto (presencial y online) se pueda implementar con éxito en las aulas escolares. 

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La brecha digital 

Uno de estos obstáculos es la brecha digital marcada por las diferentes posibilidades de acceso a la tecnología por parte de la población española. Y es que, las familias con menos recursos económicos no tienen conexión a internet en sus hogares o carecen de ordenadores y dispositivos móviles para seguir las clases en línea. 

Otro de los aspectos que señalan estos dos expertos de la UOC es la forma de garantizar la socialización de los estudiantes que plantea el modelo de aprendizaje mixto pues, a su juicio, el proceso de socialización sólo se lleva a cabo mediante la presencia de los escolares en las aulas. 

Dificultades económicas

Otro grupo de dificultades que plantea el modelo de aprendizaje mixto son las de tipo económico. Estos dos expertos aluden a la forma de garantizar la conciliación de la vida familiar y la educativa, también a las nuevas condiciones laborales del profesorado, así como a la construcción de instalaciones escolares que garanticen la asistencia segura de un grupo reducido de alumnos a las aulas. 

En opinión de Lourdes Guàrdia, si lo que se busca es implementar un modelo mixto o semipresencial,  en éste debería haber, como mínimo, un equilibrio desde un punto de vista pedagógico, organizativo y tecnológico para garantizar el éxito en su implementación. 

Esta experta cree que algunos centros educativos pueden estar un poco más preparados en algunos de estos aspectos, sin embargo, duda de que estén preparados en los tres (pedagógico, organizativo y tecnológico), pues que los colegios españoles no están configurados para establecer un modelo híbrido. 

Además, ambos profesores opinan que este modelo híbrido encaja mucho mejor en las etapas de Educación Secundaria y Superior que en etapas más tempranas, como Primaria o Infantil, ya que en las primeras etapas de la formación escolar la mayor parte del proceso de aprendizaje se produce a partir de una experiencia educativa más social, que requiere una relación más estrecha entre el profesorado y los alumnos. 

Sin embargo, con alumnos de mayor edad, los que estudian en cursos escolares más avanzados, es más fácil implementar el modelo de aprendizaje mixto.

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¿Cómo debería ser el modelo mixto?

Una de las observaciones que ha hecho la ministra de Educación y FP, Isabel Celaá, es apuntar a la necesidad de que esta nueva apuesta educativa recurra a la enseñanza personalizada y que se establezca un nuevo currículo centrado en competencias.

En este sentido, Lourdes Guàrdia opina que, si finalmente hay que implementar un sistema híbrido, habrá que analizar el perfil de alumnado teniendo en cuenta su contexto familiar y condiciones de estudio en casa, y que sea la Administración quien garantice esas condiciones cuando el alumno no cuente con ellas. 

Además, en su opinión, debería organizarse un sistema de atención y seguimiento más personalizado de los alumnos, ya que una menor coincidencia entre docentes y estudiantes podría llevar a mayores tasas de fracaso y de abandono escolar. 

En cuanto al profesorado, estos profesionales precisarán de un apoyo especial para afrontar la transición a un modelo mixto o híbrido, especialmente la participación de personal docente de apoyo y la creación de nuevas figuras de profesorado asistente en entornos virtuales, según opina esta profesora de la UOC. 

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