Uno de cada dos niños con TDAH, Trastorno por Déficit de Atención e Hiperactividad, muestra signos de desregulación emocional y el Ritalin (metilfenidato), el medicamento que más se receta para estos menores, puede no ser muy efectivo para tratarlo. Así lo constatan científicos de la Universidad de Cambridge en una investigación publicada en Nature Mental Health.
El TDAH y las emociones
El Trastorno por Déficit de Atención e Hiperactividad (TDAH) afecta a uno de cada 14 jóvenes menores de 18 años y en aproximadamente la mitad de estos casos persiste hasta la edad adulta. Este trastorno puede causar hiperactividad, impulsividad y dificultad para centrar la atención.
Además, muchos de los niños con TDAH también tienen problemas de autocontrol y dificultad para regular sus emociones. Un 50% de los menores padece algún trastorno del estado de ánimo, como depresión, y uno de cada cuatro padece ansiedad. Muchos de ellos, además, tienen arrebatos verbales o físicos.
Estudiando la desregulación emocional desde la Universidad de Cambridge
Para realizar su investigación los científicos examinaron datos de un estudio que rastrea el desarrollo del cerebro y la salud mental de niños estadounidenses. Los investigadores de la Universidad de Cambridge y de la universidad de Shanghai, en China, identificaron a 350 personas dentro del estudio con síntomas similares con el TDAH. Dos tercios de ellos eran del género masculino.
Los padres de estos menores habían completado previamente cuestionarios que incluían preguntas relacionadas con el comportamiento emocional de sus hijos. El 51,4% de los individuos con muchos síntomas mostraban signos de desregulación emocional, independientemente de los problemas cognitivos y motivacionales.
Entre los niños con escasos síntomas de TDAH a la edad de 12 y 13 años, quienes tenían puntuaciones altas de desregulación emocional a los 13 años tenían 2,85 más probabilidades de desarrollar síntomas de TDAH un año después.
Los científicos también descubrieron que los niños con puntuaciones altas en TDAH y problemas emocionales tenían una región particular del cerebro, conocida como “pars orbitalis”, más pequeña, lo que podría dificultar que los niños controlaran sus emociones y les harían más propuestos a un arrebato.
Aprender a regular las emociones
En este sentido, los investigadores esperan que estos hallazgos puedan contribuir a que las personas comprendan mejor los problemas que experimentan estos niños y al uso de tratamientos eficaces para la regulación de las emociones, como la terapia cognitivo-conductual.
Esta terapia enseña a los niños a detenerse y pensar antes de reaccionar o utilizar técnicas como el ejercicio o la relajación para calmarse. De esta manera, los niños podrían tener menos problemas para superar sus problemas de interacciones sociales en un futuro y así disminuir los síntomas de depresión y ansiedad.
One in two children with ADHD experience emotional problems https://t.co/skdXlAGtWn pic.twitter.com/u5TpcRlHMn
— Nick Chater (@nick_chater) May 24, 2024