En toda carta de Navidad no hay que olvidar incluir al menos un juguete educativo. Elegir bien es clave, porque si no es divertido y entretenido, y acorde a su edad y personalidad, probablemente el niño se aburrirá y lo dejará a un lado.
Lo mejor es olvidarse de la publicidad y guiarse por el consejo de especialistas, docentes, personal experto de tiendas especializadas y padres. Estos son algunos trucos y consejos para guiar a Papá Noel y a los Reyes Magos en su objetivo de elegir el mejor regalo… y acertar.
Juegos de mesa: habilidades sociales, pensamiento lógico y trabajo en equipo
En plena era digital, los juegos de mesa resurgen como herramientas pedagógicas capaces de estimular competencias académicas y emocionales. Estos juegos favorecen el desarrollo integral del niño en cuatro dimensiones clave: psicomotora, intelectual, social y afectivo-emocional, según indican desde el Ministerio de Educación, Formación Profesional y Deportes.
Los juegos de mesa activan funciones ejecutivas del cerebro esenciales para el rendimiento y la convivencia.
Su potencial reside en el aprendizaje basado en juegos, una metodología activa que convierte la diversión en motor de motivación. Al jugar, los niños desarrollan la memoria, la concentración y la creatividad, además de aprender a resolver problemas y trabajar en equipo. Estudios recientes destacan que los juegos de mesa activan funciones ejecutivas del cerebro como la planificación, la toma de decisiones y la flexibilidad cognitiva, esenciales para el rendimiento académico y la convivencia.
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Juguetes educativos: regalos seguros y acertados por edades
Los expertos subrayan además la importancia de elegir juguetes adecuados según la edad, garantizando tanto la seguridad como el desarrollo evolutivo de los niños. Algunas recomendaciones específicas:
– De 0 a 2 años: juguetes sensoriales que estimulen la vista, el tacto y el oído.
– De 3 a 5 años: juegos de construcción y creatividad que potencien la imaginación y la motricidad fina.
– De 6 a 8 años: puzzles y juegos de lógica que refuercen la concentración y el pensamiento crítico.
– De 9 a 12 años: kits científicos y tecnológicos que despierten la curiosidad por el conocimiento.
– Adolescentes: juegos de estrategia y actividades colaborativas que fomenten la autonomía y el trabajo en equipo.
Es importante recordar que los juguetes deben cumplir con normativas de seguridad y estar libres de piezas pequeñas peligrosas para los más pequeños. Además, se aconseja a las familias optar por juguetes que promuevan valores positivos, como la cooperación, el respeto y la inclusión, evitando aquellos que refuercen estereotipos de género o conductas agresivas.
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Una Navidad con propósito: aprender jugando
La combinación de juegos de mesa y juguetes educativos convierte esta Navidad en una oportunidad para regalar experiencias que trascienden lo material. No se trata solo de entretener, sino de estimular la mente, fortalecer vínculos familiares y preparar a los niños para los retos del futuro.
En un contexto donde la tecnología domina el ocio infantil, estas alternativas ofrecen un equilibrio saludable: fomentan la interacción cara a cara, la creatividad y la capacidad de aprender jugando. Así, padres y educadores encuentran en estos recursos un aliado para que cada partida o actividad se convierta en una lección de vida.
🎲 Los juegos de mesa son mucho más que diversión: desarrollan habilidades sociales, pensamiento lógico y trabajo en equipo. 🧠🤝
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