Siri y Alexa pueden decirnos qué tiempo va a hacer hoy o gastarnos alguna broma, pero realmente cualquier niño pequeño podría mantener una conversación más inteligente que estos asistentes de voz, que son capaces de manejarse en el idioma a base de encontrar patrones en secuencias de palabras y frases. Por este motivo, su limitación a la hora de comprender el lenguaje resulta todavía más reducida cuando empleamos formas espontáneas y creativas de hablar, una habilidad innata de los seres humanos.
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Investigadores del MIT, IBM y de las universidades de Harvard, California y Kioto están de acuerdo a la hora de afirmar que para dotar a los ordenadores de una mayor autonomía lingüística hay que entrenarlos en las reglas gramaticales que nosotros entendemos de forma intuitiva, en vez de enseñarlos a encontrar patrones en secuencias de palabras.
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Para llevar a cabo esta tarea los investigadores han realizado pruebas psicolingüísticas desarrolladas originariamente para el estudio de la comprensión del lenguaje humano. En la próxima conferencia de la Association for Computational Linguistics los investigadores tratarán de demostrar que los modelos de aprendizaje profundo que inciden en la gramática comprenden reglas más sofisticadas y desempeñan mejor su tarea. En este sentido, los investigadores afirman que la gramática ayudaría a que el modelo se comporte de manera más humana.
Formular una frase gramaticalmente incorrecta no solo resulta raro, sino que también puede hacer que la frase pierda sentido, lo que subraya la importancia de realizar una correcta sintaxis. En base a esta certeza, los psicolingüistas estudian la sintaxis para aprender más acerca del pensamiento simbólico, ya que, en su opinión, tiene un papel clave para comprender el significado de la oración y cómo interpretarla.
Aunque la investigación se encuentra en su estado inicial, los científicos ya se plantean realizar los experimentos en un campo de actuación más amplio y descubrir si los modelos centrados en gramática aprenden más rápidamente palabras y frases. Así como el estudio de redes neuronales ayuda a los ingenieros de inteligencia artificial a comprender y mejorar los modelos de lenguaje, los psicólogos también esperan utilizar esta información en el estudio del cerebro. El objetivo final es saber cómo los humanos llegamos a aprender y entender el lenguaje, algo que todavía constituye un campo por explorar.