“Mamá, ¿me pones dibujos en YouTube?”. Es lo que escucha a diario Teresa, la madre de Álvaro, que con apenas cuatro años cumplidos maneja con soltura las aplicaciones y juegos de la tablet. Y es que los niños han incorporado en su día a día la tecnología como una forma más de ocio y entretenimiento. Esta es una de las conclusiones principales del estudio ‘Los niños pequeños (0-8) y la tecnología digital’ coordinado por el Joint Research Center (JRC) de la Unión Europea y en el que han participado investigadores de la Universidad Autónoma de Madrid y de la Autónoma de Barcelona en esta segunda fase del proyecto.
A pesar de que desde una edad muy temprana los niños acceden a diversos dispositivos conectados a Internet, “son poco conscientes de lo que es Internet, lo que significa estar ‘en línea’, o los beneficios y riesgos que pueden obtener”, explica David Poveda, profesor de la UAM y uno de los coordinadores del trabajo de campo en España de esta investigación en la que han participado otros 18 países como Alemania, Finlandia, Noruega o Reino Unido.
El uso de la tecnología no tiene por qué ser en solitario, se pueden proponer actividades en grupo, sugieren los investigadores
Entretenimiento y aprendizaje: bajo control
Los padres perciben las tecnologías digitales como la competencia de las formas tradicionales de juegos y actividad física al aire libre, así como de otras formas de ocio y socialización. Estos motivos, unidos al escaso tiempo libre que tienen los niños a la vuelta del colegio, son algunas de las razones por las que los padres limitan su uso diario. No obstante, según recoge el estudio, los progenitores admiten que es una forma de “entretenerles” mientras tienen que atender otras tareas en casa.
En general, los padres ven las tecnologías digitales en términos positivos “pero al mismo tiempo encuentran desafiante gestionar su uso”, detalla Poveda, quien apunta además que en ocasiones perciben el uso de estas tecnologías como algo “problemático” que debe ser cuidadosamente regulado y controlado ya que muchos adultos agradecen recibir asesoramiento para fomentar la seguridad online de sus hijos.
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“La tablet es lo que más le gusta, porque le da libertad para ver lo que quiere, algo que no sucede con la televisión”, asegura la madre de un niño de 6 años que ha participado en el estudio
A pesar de que ninguna de las familias participantes ha sufrido experiencias negativas en el uso de las tecnologías digitales, son conscientes de que los menores pueden estar expuestos a contenidos inapropiados para su edad relacionados con el sexo o la violencia. No obstante, consideran que el acceso temprano a la tecnología va en consonancia con el proceso de familiarización y de preparación de cara al futuro de los dispositivos que van a formar parte de su vida diaria.
“No habla porque tiene 2 años pero la forma de manejar la tablet es impactante. Así que siempre dudo: ¿estoy haciendo lo correcto o debería esperar un poco más?”, detallan los padres de un niño de 2 años para el estudio
La forma en que los padres reducen los posibles riesgos con los que están expuestos sus hijos al utilizar los dispositivos electrónicos varían de unas familias a otras. Poveda explica que “algunos padres controlan y restringen con frecuencia el acceso online a los dispositivos, lo que fomenta su uso individual; y otros padres no limitan la conectividad de los dispositivos pero vigilan de cerca lo que hacen los niños, lo que favorece las oportunidades para la interacción en torno a ellos”.
Enseñar a los niños a ser autónomos en el uso de las tecnologías digitales es una de las principales recomendaciones que sugiere el estudio, que por otra parte invita a repensar y reflexionar sobre cómo controlar los dispositivos. Algunas familias no permiten que sus hijos accedan a Internet o a contenidos online, lo que facilita la autonomía de los niños y la sensación de seguridad de los padres, lo que para los investigadores puede ser una forma de retrasar las experiencias online y la característica por excelencia de los medios digitales online como es la conectividad.
Por otro lado, plantean el hecho de que el uso de las tecnologías digitales no tiene por qué ser una actividad en solitario, sino que se pueden explorar y poner en marcha actividades y juegos para hacer en común y en familia.
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Más información:
‘Los niños pequeños (0-8) y la tecnología digital’