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Bebé imitando a su papá que le sostiene en brazos. | Foto de freepik

Foto: Bebé imitando a su papá que le sostiene en brazos. | Foto de freepik

Los bebés imitan porque sus cuidadores les imitan a ellos según la Universidad Ludwig-Maximilians de Munich

Científicos alemanes aseguran que la transferencia del conocimiento se basa en la imitación, según recientes estudios.

Un estudio dirigido por el profesor Markus Paulus, catedrático de Psicología del Desarrollo y Psicología de la Educación en la universidad Ludwig-Maximilians de Munich, concluye que los niños adquieren su capacidad de imitar porque ellos mismos son imitados por sus cuidadores.

Para llegar a esta conclusión, los científicos observaron la interacción entre madres e hijos durante varios meses, desde que los bebés tenían 6 meses hasta los 18 meses. El estudio concluyó que cuanto más sensible era una madre en sus interacciones con su hijo de seis meses y más a menudo imitaba al bebé, mayor era la capacidad del niño para imitar a los demás a los 18 meses.

Y es que en la interacción entre padres e hijos la imitación mutua es una forma de comunicación. Los padres responden a las llamadas de los hijos imitando sus acciones y gestos, y estas experiencias crean conexiones entre lo que el niño siente y hace, y lo que ve, formando asociaciones. Así, la experiencia visual del bebé está conectada con su propia actividad motora.

A través de la imitación los niños aprenden habilidades como usar objetos, saludar o la adquisición del lenguaje.

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La imitación, una capacidad que se adquiere

En este sentido, los científicos resaltan la gran capacidad imitadora de los niños, lo cual allana el camino para su desarrollo posterior. Y aunque antes se pensaba que la capacidad de imitación es innata, las últimas investigaciones han comprobado que es una habilidad que se adquiere.

La eficacia con la que los niños aprenden a imitar depende en gran medida de la respuesta de los padres y su capacidad para captar las señales del niño rápidamente y reaccionar apropiadamente.

Por otra parte, el estudio señala que nuestras capacidades individuales solo se desarrollan a través de la interacción con los demás. A lo largo de la historia de la humanidad esta interacción ha conducido a la evolución cultural del ser humano, de manera que los científicos concluyen que a través del aprendizaje social hay una transferencia cultural de conocimiento.

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