Encuentra tu curso ideal

9%

¿Qué quieres estudiar?

Investigadores de Yale han identificado áreas del cerebro asociadas con la sintomatología social del autismo. | En la imagen: niño con autismo jugando con bloques. Foto de Caleb Woods vía Unsplash.

Foto: Investigadores de Yale han identificado áreas del cerebro asociadas con la sintomatología social del autismo. | En la imagen: niño con autismo jugando con bloques. Foto de Caleb Woods vía Unsplash.

La Universidad de Yale estudia por qué las personas con autismo rehúyen el contacto visual

Científicos de la Universidad de Yale identifican áreas cerebrales específicas del cerebro asociadas a la sintomatología social del autismo.

Uno de los rasgos de las personas autistas es la reticencia a establecer contacto visual en las interacciones con otras personas. Para investigar las causas, la Universidad de Yale ha utilizado una tecnología innovadora que permite obtener imágenes de dos personas simultáneamente. Gracias a ello se han identificado áreas cerebrales específicas en la región parietal dorsal del cerebro asociadas a la sintomatología social del autismo.

El estudio, publicado en la revista PLOS ONE, encuentra que estas respuestas neuronales al contacto directo con la cara y los ojos pueden convertirse en un biomarcador para el diagnóstico del síndrome del aspecto autista. También es una prueba de la eficacia de los tratamientos para el autismo.

«Nuestros cerebros están deseosos de obtener información sobre otras personas. Necesitamos comprender cómo funcionan estos mecanismos sociales en el contexto de un mundo real e interactivo, tanto en individuos con autismo como sin él”, señalan los autores del estudio.

>> Ver Cursos de Trastorno del Espectro Autista TEA.

Actividad cerebral

El equipo de Yale analizó la actividad cerebral durante breves interacciones sociales entre parejas de adultos, una persona con el síndrome de aspecto autista y otra sin él. Se utilizó para ello un método de neuroimagen óptima no invasivo, a través de gorras con sensores que ofrecían información sobre la actividad cerebral durante la mirada a la cara del contrario.

Los científicos encontraron que, durante el contacto visual, los participantes con autismo tenían una actividad significativamente reducida en la corteza parietal dorsal del cerebro. Lo compararon con adultos que no tenían el síndrome del aspecto autista. Cuando más graves eran los síntomas sociales asociados al autismo, menos actividad se observaba en esta región del cerebro.

La actividad neuronal en estas regiones se mantuvo en los participantes sin autismo durante el contacto visual real, pero no si dirigían su mirada a una cara en vídeo. En personas con autismo, la actividad no se observó, lo cual tiene relación con las dificultades en las interacciones sociales. Estas conclusiones han permitido a los científicos tener más conocimiento de los mecanismos neuronales subyacentes que impulsan las conexiones sociales entre personas.

>> Ver Cursos de Trastornos del Habla y del Lenguaje.

autismo comunicación estudio Universidad de Yale