La Formación Profesional vive su mejor momento en España. Este año, más de 1,2 millones de estudiantes han apostado por este itinerario educativo, consolidándolo como una de las opciones favoritas entre los jóvenes. En solo seis años, la FP ha crecido un 36%, según datos del portal oficial TodoFP del Ministerio de Educación.
Este auge no solo refleja un cambio en la percepción social, sino también en el papel que juega la FP dentro del sistema educativo. Solo en el último año, se han sumado casi 29.000 nuevos alumnos, lo que supone un incremento del 2,4%.
Más titulaciones FP y conexión con la universidad
Además, la oferta formativa se ha ampliado significativamente. El Gobierno ha aprobado nuevas titulaciones que elevan el Catálogo Nacional de Formación Profesional a 7.535 opciones activas, adaptadas a perfiles diversos, distintas duraciones y demandas reales del mercado laboral.
La Formación Profesional no solo gana terreno por su alta empleabilidad y conexión con la universidad. En plena transformación, la FP se apoya cada vez más en la tecnología educativa para responder a las nuevas exigencias del mercado laboral y del alumnado.
Un reto: la madurez digital
Plataformas especializadas en la gestión digital del aprendizaje, se han convertido en aliadas clave para los centros que buscan ofrecer experiencias formativas más flexibles, personalizadas y escalables. Un ejemplo es Canvas: “Contar con herramientas es esencial para avanzar hacia un sistema educativo moderno, capaz de integrar tecnologías emergentes y mejorar la experiencia de enseñanza”, señala Eumari Bonilla Cartier, directora regional en España de Instructure.
¿Qué aportan los LMS (Learning Management Systems) a la FP?
– Formación online, presencial o híbrida en un entorno integrado.
– Gestión de contenidos, evaluaciones y recursos multimedia desde una sola plataforma.
– Comunicación fluida entre estudiantes, docentes y empresas, clave en la FP Dual.
– Analítica educativa y seguimiento personalizado para mejorar la empleabilidad y reducir el abandono.
Además, estas plataformas permiten incorporar microcredenciales, cursos cortos y rutas de aprendizaje adaptadas a distintos perfiles. Desde jóvenes hasta profesionales en proceso de recualificación, la FP se abre a una formación continua que trasciende el aula y se adapta a los cambios del mercado y la revolución tecnológica.
La FP en España no solo crece en cifras, también en ambición. Para que este modelo formativo siga siendo una vía de futuro, los centros educativos deberán apostar por la innovación, la flexibilidad y la tecnología. La madurez digital ya no es una opción: es el camino para conectar la formación con el mundo real y preparar a los profesionales que vienen.