¿Interesa la ciencia y el ámbito científico a los estudiantes españoles o por el contrario, piensan éstos que la ciencia es un ámbito sólo para los expedientes académicos más brillantes?
La respuesta a si la ciencia interesa o no a los jóvenes estudiantes trata de darla un estudio reciente que ha sido llevado a cabo por Digna Couso, doctora en Didáctica de las Ciencias, y que ha sido presentado recientemente en el curso de verano ‘Educación Científica en el Siglo XXI: nuevas realidades, nuevas propuestas’, de la Universidad del País Vasco (UPV/EHU).
Una de las principales conclusiones a las que ha llegado este estudio es que, la principal causa de este desinterés por la ciencia es que, tanto las universidades como las escuelas, no están utilizando un método de aprendizaje adecuado para despertar este interés.
Según apunta la doctora autora de este estudio, pese a que muchos piensan que hay una carencia generalizada de científicos en Europa, «no hacen falta más científicos, sino científicos de otro tipo». En este caso, la diversidad es la palabra clave que respondería al problema.
Asimismo, el desinterés por la ciencia es una realidad que, según cita este estudio, no se da de igual manera en todos los alumnos, ya que las minorías siempre sufren de un menor interés, especialmente entre aquellos alumnos que vienen de un entorno de pocas posibilidades.
La autora de este estudio intenta, además, buscar soluciones a esta falta de interés por la ciencia, desde cuatro puntos de vista diferentes. En primer lugar, desde el ámbito personal de los estudiantes. En este sentido el informe apunta a que son muchos los alumnos que pueden mostrar interés por la ciencia, pero que a la hora de elegir cursar una carrera relacionada con este ámbito, un 45% de ellos no se ve capaz de sacarla adelante.
Según Digna Couso, esta realidad se debe a que «hacemos pensar que las ciencias son para los más listos»
En segundo lugar, también tiene importancia el ámbito familiar de cada alumno, ya que la familia es la principal fuente de influencia de los estudiantes. En este sentido, la autora de este estudio apunta a que sería conveniente involucrar más a las familias en la ciencia, y conseguir que éste sea un ámbito académico más familiar.
Desde el ámbito social, son muchos los jóvenes estudiantes que piensan que la ciencia es un mundo en el que no les compensa entrar y, además según este estudio, es un ámbito especialmente enfocado a los chicos. Todo esto, unido a la falta de reconocimiento social que tiene la ciencia actualmente, genera un desinterés más que evidente en los alumnos.
Finalmente y desde el ámbito educativo, las asignaturas de ciencias suelen ser menos atractivas para los estudiantes, especialmente para las mujeres. Según esta experta, la falta de discurso es uno de los grandes problemas a la hora de conseguir que la ciencia interese a los alumnos. Además en su opinión, sería interesante «incluir la perspectiva de género en la ciencia».
En resumen, este estudio concluye que las principales acciones que se pueden llevar a cabo para acercar la ciencia a los estudiantes son: deshacernos de la cultura de la excelencia y pensar que la ciencia no es sólo para los más listos; iniciar una cultura participativa en torno a la ciencia e, incrementar la diversidad de género en este ámbito académico para generar mayor interés entre las estudiantes mujeres.