Expertos de las universidades de Cambridge y Edimburgo abogan por un nuevo modelo educativo en el que se combinan asignaturas para enseñar a los niños a afrontar mejor los problemas del futuro.
Para ello sería necesaria una profunda reorganización del plan de estudios escolar actual. Las materias no se enseñarían de forma independiente, sino conjuntamente para resolver los problemas reales de los jóvenes cuando sean adultos, como el clima o la sostenibilidad.
Este modelo está inspirado en la forma de pensar del Renacimiento. Leonardo da Vinci, figura clave, utilizaba diversas disciplinas para lograr un conocimiento más profundo.
De hecho, Pam Burnard, profesora de la Universidad de Cambridge, señala que “necesitamos animar a los niños a pensar como Da Vinci”.
Algunos sistemas educativos, como el finlandés, ya están utilizando este enfoque con excelentes resultados.
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En Sudáfrica, por ejemplo, se propuso a los alumnos comprender la relevancia de las matemáticas en sus propias vidas. Por otra parte, en Aberdeen (Escocia) los alumnos profundizaron en la seguridad alimentaria y la protección ambiental cultivando sus propios alimentos.
Más arte en las ciencias
Los expertos consideran que es necesario añadir las artes a las materias STEM, -ciencia, tecnología, ingeniería y matemáticas-, lo que les permitiría adquirir habilidades en la resolución de problemas que la sociedad necesita.
Involucrar a los alumnos
Asimismo, los investigadores sugieren dotar a las escuelas de mayor autonomía para determinar cómo debe ser el plan de estudios que cumpla con los objetivos marcados.
Serían los profesores quienes tratarían de involucrar a los alumnos y el espacio y los recursos deberían ser utilizados de forma diferente y más imaginativa.
El objetivo es que los niños creen vínculos más estrechos con las escuelas y conecten con el aprendizaje a partir de sus propias experiencias.
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Una nueva forma de medir los logros
Este nuevo enfoque educativo exigiría que los logros de los niños se midieran de forma diferente, con unas pruebas que midieran cómo han interiorizado las ideas más que lo que saben.
“Un nuevo modelo educativo, incómodo para muchos, pero que es necesario realizar si queremos preparar a los jóvenes del futuro”, señala Burnard.
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