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El programador o desarrollador de web se convierte es una figura imprescindible.  Imagen: Joven trabajando en un ordenador.

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¿Ellas programan mejor?

Un estudio sugiere que el código desarrollado por mujeres tiene más aceptación, excepto cuando se conoce que el género del programador es femenino.

Aunque en el campo de la informática sigue predominando la presencia masculina, lo cierto es que las mujeres han empezado a despuntar, aunque en ocasiones bajo el halo de prejuicios de género.  Ése es el tema tratado en el estudio «Los prejuicios de género en el código: la aceptación de peticiones de mujeres contra hombres”, realizado de forma conjunta por investigadores de los departamentos de informática de la Universidad Politécnica Estatal de California (Cal Poly) y de la Universidad del Estado de Carolina del Norte.

Este estudio preliminar, publicado en PeerJ PrePrints, compara a las mujeres programadoras con sus homólogos hombres en GitHub -la mayor plataforma de desarrollo colaborativo de software con 12 millones de usuarios- y concluye que ellas resultan ser, en general, más competentes que ellos en esta plataforma de desarrollo colaborativo de software que aloja proyectos de código abierto. Para ello, los autores de esta investigación analizaron más de 1,4 millones de perfiles de usuarios de GitHub que estaban asociados a su cuenta de Google+ y  más de tres millones de peticiones de modificación de código al software existente (conocidas como “pull requests”) realizadas por hombres y mujeres.

Los datos del estudio indican que estas peticiones realizadas por mujeres programadoras en GitHub obtenían un mayor ratio de aceptación (78,6%) que las realizadas por hombres (74,6%) en los 10 lenguajes de programación más comunes. Incluso, en el caso de las mujeres, este ratio era superior al de los hombres cuando se comparaba con la primera petición de principiantes y la de usuarios con más experiencia.

Además, los investigadores descubrieron que habitualmente las mujeres programadoras solo abordan los proyectos que consideran más relevantes y para los cuales ellas se sienten muy preparadas. Asimismo, señalan que las contribuciones de código de las mujeres eran probablemente menos urgentes, sus modificaciones eran mayores y que la aceptación de sus “pull requests” se incrementa a medida que tienen más experiencia.

Pero, ¿por qué se aceptan más sus peticiones de código? Los autores del estudio consideran que se debe a que las mujeres realizan evaluaciones más realistas de sus capacidades. Además, indican que las mujeres, a menudo, están sujetas a criterios más estrictos que los hombres, debido a que su ratio de aprobación cae cuando se desvela su género.

Las propuestas de código realizadas por mujeres se rechazan más a menudo cuando se puede identificar el género del programador, según el estudio

Los investigadores señalan también que aunque las mujeres tienden a abandonar el campo de la ciencia, tecnología, ingeniería y matemáticas (CTIM) con mayor frecuencia que los hombres, ellas forman un grupo con mayor talento que el constituido por hombres programadores medios y prolíficos al mismo tiempo.

Sin embargo, no siempre la aceptación es tan buena. Según este estudio, las propuestas de código realizadas por mujeres se rechazan más a menudo cuando se puede identificar el género del programador y se desvela que es obra de una mujer.

Para extraer este dato, los investigadores compararon el ratio de aceptación de las peticiones de usuarios cuyo género es obvio en la página de perfil de GitHub con el de aquellos en los que no está claro. En primer lugar, encontraron pequeñas diferencias al comparar las peticiones propuestas por colaboradores autorizados de un paquete de programas o “insiders” que identifican su género con las de aquellos en los que no se dejaba patente, por lo que entienden que “el prejuicio probablemente juega menor papel cuando los usuarios ya le conocen”.

Sin embargo, en el caso de las peticiones realizadas por los llamados “outsiders” o usuarios de GitHub que no son colaboradores autorizados de un paquete de programas, la diferencia era estadísticamente significativa. Así, el ratio de aceptación cuando usaron perfiles con género neutro era del 71,8% en mujeres frente al 69% en hombres, pero cayeron cuando identificaron su género hasta el 62,5% en el caso de las mujeres y del 63,3% en hombres”.

Detractores

Algunos investigadores cuestionan si este estudio demuestra realmente prejuicio de género en el campo de los programadores. Ése es el caso de Cassidy Sugimoto, una informática de la Universidad de Indiana en Bloomington, que estudia la desigualdad de género en investigación y publicación. Según ella, este estudio preliminar no demuestra realmente el prejuicio de género porque no está claro si el usuario de GitHub al rechazar la petición de modificación de código sabía el género del programador, aunque en este estudio lo dieron por hecho.

Además,  Randal Olson, un investigador de inteligencia artificial de la Universidad de Pennsylvania en Philadelphia, detectó un error en el gráfico que muestra la diferencia en ratios de aceptación de peticiones entre hombres y mujeres en función del género y género percibido, ya que el eje “y” del gráfico comienza en el 60% en lugar de cero. Según Olson, este detalle hace que se distorsionen los datos y se exageren las diferencias en los valores indicados. En cambio, para Emerson Murphy-Hill, un experto informático de la Universidad del Estado de Carolina del Norte en Raleigh, “está bien empezar en 0 si tú puedes, pero entonces se hace difícil determinar cuál es en realidad la diferencia”.

Más información:

Estudio completo “Gender Bias in Open Source: Pull Request Acceptance of Women Versus Men”

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