Ser competente en la materia y en lo pedagógico, capacidad para integrar lo teórico y lo práctico o tener dotes de liderazgo son sólo algunas de las competencias deseables para quienes ejercen la profesión docente hoy. En definitiva se trata de dejar de concebir el papel del profesor como un mero transmisor de información y enfatizar un rol más activo que le convierte en el facilitador, colaborado y compañero del alumno durante el proceso del aprendizaje.
<relacionada slug=»educar-siendo-creativos-y-ser-creativos-educando» posicion=»left» /> El avance tecnológico ha provocado un cambio en los estándares educativos del siglo XXI. La docencia ha dejado de ser un proceso unidireccional, en el que el profesor enseñaba y el alumno aprendía. Ambos, docente y estudiante, enseñan y aprenden a la vez y los dos se benefician del resultado de ese aprendizaje colaborativo.
Centrándonos en el papel del docente, la formación permanente es un elemento clave para la consolidación y avance de esta nueva forma de trabajar. El pasado mes de julio, la Comisión Europea y el Consejo de la Unión Europea subrayaban la importancia de reforzar la formación permanente del profesorado, a la par de mejorar la inicial y prestigiar la profesión.
A nivel europeo, en lo relativo a la formación permanente todavía hay tareas pendientes. El informe La profesión docente en Europa: prácticas, percepciones y políticas, que recopila información de la red Eurydice, datos de Eurostat/UOE y un análisis secundario de los datos del estudio TALIS 2013, refleja que entre el profesorado existe insatisfacción con la formación permanente recibida.
El estudio contó con la participación de profesores de la Educación Secundaria de los 28 estados miembros, más Islandia, Liechtenstein, Montenegro, la Antigua República Yugoslava de Macedonia, Noruega, Serbia y Turquía.
Más del 50% de los docentes destacaron tener necesidades formativas entre moderadas y altas sobre “enseñar a los estudiantes con necesidades especiales”, “habilidades TIC para la enseñanza” y “las nuevas tecnologías en el lugar de trabajo”, seguidos por “enfoques sobre aprendizaje individualizado”, “la enseñanza de habilidades curriculares transversales” y “la orientación y el asesoramiento académico y profesional a los estudiantes”.
»Ver cursos TIC | »cursos de Enseñanza | »cursos de Innovación Educativa
El carácter tecnológico justifica la importancia de adquirir competencias TIC en la enseñanza. El profesorado debe conocer su funcionamiento pero también disponer de los recursos para que sea el alumno quien construya su conocimiento.
En esa adquisición de competencias, la movilidad supone una oportunidad no sólo de mejorar competencias lingüísticas si no también de conocer otras experiencias desde el punto de vista metodológico.
En el mismo estudio, se llegó a la conclusión que el 27,4% de los profesores de la Unión Europea ha estado en el extranjero al menos una vez por motivos profesionales. En España la proporción de profesores que ha realizado alguna movilidad al extranjero se encuentra por encima de la media de la UE, alcanzado el 40%.
Uno de los mecanismos existentes para fomentar la movilidad son las estancias profesionales en el extranjero, períodos de dos semanas para el estudio y observación en otros centros europeos. En España, para el curso 2015/2016, se han admitido 457 solicitudes para Alemania, Austria, Bélgica, Francia, Reino Unido, Italia, Irlanda y Suiza.
También te pueden interesar:
»Cursos de idiomas en el extranjero
»Cursos de formador de formadores
»Cursos de formación continua
Más información:
Informe La profesión docente en Europa: prácticas, percepciones y políticas