No siempre es fácil mantener una clase en silencio y conseguir que los alumnos atiendan al profesor. Sin embargo, es posible, ya que existen trucos para hacerlo, tanto si hablamos de alumnos de infantil con una gran capacidad de distraerse como si lo hacemos de adolescentes con una necesidad de autoafirmarse. Solo hay que seguir estos sencillos consejos.
1. Normas claras
Las normas deben estar claras para todos los alumnos. Si se cree conveniente se pueden aplicar políticas de recompensa ajustadas a la edad de los alumnos.
>> Ver Cursos de Acoso Escolar o Bullying.
2. Establecer consecuencias
Al igual que las normas tienen que estar claras, también lo deben estar las consecuencias. Siempre hay que cumplir las sanciones establecidas previamente, que pueden ser una pérdida de privilegios.
3. Imaginación a la hora de pedir silencio
Utilizar el juego es una alternativa que puede terminar con los molestos murmullos. Una de las más efectivas con niños más pequeños es la instrucción “1, 2, 3… Silencio”, dicha por el profesor de manera alta y clara, para que dejen de hablar.
>> Ver Cursos de Intervención Psicológica en Problemas de Conducta en las Aulas.
4. Estrategias de autorregulación
Hacer comprender a los más pequeños la necesidad de mantener el turno de palabra como ejercicio de respeto al otro y una de las bases de la comunicación.
5. Personalización de la orden de silencio
Nombrar a uno o dos alumnos por su nombre es una fórmula efectiva para conseguir que se callen y el silencio se transmita al resto de la clase.
6. Evitar los gritos
Los gritos no sirven de nada, especialmente en las clases de los adolescentes. Hay que utilizar una voz pausada, jugando en todo caso con los tonos de intensidad de la voz.
7. Otorgar momentos de desahogo
Durante ciertas actividades permitir que los niños hablen y se comuniquen, bajo el compromiso de que no eleven el tono de voz y que posteriormente, cuando se les pida, guarden silencio.
8. Miradas directas
Mirar fijamente al alumno que está hablando es una técnica muy efectiva para lograr que se calle.
9. Evitar la arbitrariedad
Los profesores deben establecer siempre los mismos criterios y aplicarlos por igual, sin variar dependiendo de su estado de ánimo.
10. Principio de autoridad
Los alumnos deben tener claro que el profesor es la autoridad. Si el docente carece de esta habilidad debe hacer un esfuerzo para desarrollarla.
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