Los recuerdos marcan el crecimiento de los adolescentes. Un estudio realizado por la Universidad de Otago (Nueva Zelanda) demuestra que los niños se convierten en adolescentes más felices si han compartido con ellos recuerdos durante la niñez. Además, presentan menos síntomas de depresión y ansiedad respecto a otros chicos de su misma edad.
Beneficios a largo plazo de los recuerdos en el desarrollo de adolescentes
Pero, ¿cómo mantener conversaciones abiertas y receptivas con los hijos? La investigación ha hecho seguimiento a madres e hijos que recordaban acontecimientos pasados de carácter cotidiano, como dar de comer a los patos en el parque.
La profesora Elaine Reese, del Departamento de Psicología, señala que estos adolescentes eran capaces de recordar eventos difíciles de su vida, como el divorcio de sus padres o el ciberacoso. Podían aportar incluso detalles sobre cómo esta experiencia les había moldeado como personas. Por tanto, los investigadores defienden los beneficios a largo plazo de los recuerdos madre-hijo para el desarrollo de los adolescentes.
Reese señala que “nuestros hallazgos sugieren que unas breves sesiones de entrenamiento con los padres en las primeras etapas de la vida de sus hijos pueden tener efectos positivos duraderos”. Considera que puede ser así «tanto en la forma en la que los adolescentes procesan y hablan sobre eventos difíciles en su vida como en su futuro bienestar».
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Salud mental
En este sentido, los científicos creen que los recuerdos elaborados de los padres ayudan a los niños a desarrollar recuerdos más completos y precisos de sus experiencias. Esto les permite tener una mayor cantidad de herramientas para usar cuando forman sus identidades en la adolescencia. También les ayuda a hablar de sus propios sentimientos.
El objetivo final de la investigación es animar a los padres a tener conversaciones más sensibles y receptivas con sus hijos sobre los aspectos que han marcado su vida. Algo que puede venir muy bien a los chicos en su adolescencia y puede ayudar a disminuir los problemas de salud mental que suelen aparecer en estos años.
Las técnicas de elaboración de recuerdos son fáciles de aprender, según los investigadores. Además, estas interacciones son muy convenientes para padres con niños pequeños por sus efectos duraderos. Los investigadores tienen la intención de hacer un seguimiento de los participantes en el estudio, estudiando los efectos de los recuerdos en la edad adulta.
Sharing memories sets children on path to better well-being https://t.co/Tt5MZXryx9
— ScienceBlog.com (@ScienceBlogTwit) March 9, 2022