La de profesor es una de las profesiones más vocacionales que existen o por lo menos debería serlo. Enseñar es algo que va con las personas y aún asi la tasa de abandonos por parte del profesorado en todo el mundo es alarmante.
Según un informe de Venezuela, un 40% de los maestros no alcanzará los 5 años en el cargo. Dos estudios más recientes llevados a cabo en Australia y Reino Unido arrojan más claridad sobre los motivos de esta tendencia.
Desde el Diario de Educación de Australia (AJE en sus siglas anglosajonas) apuntan a la resiliencia, es decir, la capacidad de adaptarse a la adversidad y afrontar el estrés, y la insatisfacción laboral como motivos. La realidad australiana eleva al 50% los docentes que no aguantan cinco años en el cargo.
Los datos chocan con las intenciones previas de los docentes. Para el estudio se preguntó a los maestros de Primaria y Secundaria sobre su intención de permanecer en su cargo o quedarse y durante cuánto tiempo seguirían ejerciendo. Un 53% contesto que completarían por lo menos una década más como profesores y un 23% que lo haría hasta jubilarse.
La aversión al cambio estaba entre los principales motivos para dejar la clase. Y es que en centros con una alta rotación de alumnos los profesores se mostraron menos satisfechos con su trabajo y más propensos a abandonar. El tener que lidiar con clases problemáticas también era motivo de abandono. La solución, más apoyo por parte de los centros para este tipo de perfiles, de forma que aprendan a lidiar mejor con el estrés o no estén sistemáticamente sometidos a estas situaciones.
Mientras, la ONG británica INFER hace hincapié en lo poco identificados que se encuentran los maestros con la realidad de su profesión. Al igual que en el caso australiano, la mayoría de profesores no quiere abandonar su puesto. Apenas un 23% está pensando en abandonar, lo que supone un incremento de seis puntos frente al dato de hace dos años.
El salario tampoco es un factor que la mayoría de maestros mencione y, de hecho, la mayoría no abandona para irse a puestos mucho mejor remunerados. En este caso, es el grado de compromiso lo que marca la diferencia. Sólo 1 de cada 10 de los maestros identificados con su trabajo pretendía irse por el 23% de quienes no tenían una dedicación tan plena.
La investigación también identificó que los profesores de matemáticas y quienes ejercen de líderes dentro del claustro aguantan mejor; por el contrario, los profesores de ciencia y los hombres con más de cinco años de experiencia eran los primeros en abandonar el barco.
La satisfacción laboral general aparece, pues, como el principal elemento para retener a los profesores. La escuela que consiga que sean felices en sus puestos, estén identificados con el centro y el alumnado y se sientan respaldados, tendrá la batalla ganada.