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Niño jugando a videojuegos. | Foto de Kelly Sikkema vía Unsplash

Foto: Niño jugando a videojuegos. | Foto de Kelly Sikkema vía Unsplash

Científicos aseguran que los videojuegos no empeoran el rendimiento cognitivo de los niños ni aportan ventajas

Los científicos aseguran que los videojuegos no dañan el cerebro de los menores, pero tampoco aportan ventajas significativas a su desarrollo.

Muchos padres se sienten intranquilos cuando ven a sus hijos jugando a videojuegos, ya que se preguntan si muchas horas frente a la pantalla puede afectar a su capacidad cognitiva. Las conclusiones del estudio realizado por investigadores de la Universidad de Houston pueden tranquilizarles, ya que apuntan a que los videojuegos no dañan la salud del cerebro de los más pequeños, independientemente de cuánto tiempo pasan jugando y el tipo de juego elegido.

Los videojuegos: ni perjuicios ni ventajas

Los investigadores examinaron los hábitos de 160 estudiantes preadolescentes amantes de videojuegos procedentes de escuelas públicas urbanas. Los chicos informaron que pasaban de 2,5 a 4,5 horas diarias jugando.

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Los científicos buscaron una asociación entre el videojuego al que jugaban los estudiantes y su desempeño en una prueba cognitiva que evaluaba las habilidades verbales, cuantitativas y espaciales. De esta manera, determinaron que ni la duración del tiempo de juego diario ni la elección del videojuego tuvieron correlaciones significativas en los resultados de la prueba. Esto demuestra que no hay una relación directa entre jugar a videojuegos y el rendimiento cognitivo.

El estudio también desveló que ciertos tipos de videojuegos, publicitados como de ayuda para mejorar las habilidades cognitivas de los niños, tampoco presentaron efectos medibles en los menores.

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Recomendaciones sobre videojuegos

En cuanto a las recomendaciones sobre si los padres deberían dejar jugar a sus hijos, los expertos advierten que el tiempo que pasan los menores jugando les aleja de otras actividades más productivas. Es un proceso que los psicólogos llaman “desplazamiento”. Sin embargo, los padres pueden estar tranquilos en cuanto a que sus hijos mantendrán sus habilidades cognitivas frente a otros alumnos que no son amantes de los videojuegos, al menos hasta quinto grado.

En este sentido, señalan que una cantidad razonable de videojuegos podría estar bien, pero siempre que se vigile que no haya un comportamiento obsesivo en los menores.

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