La ministra de Educación, Isabel Celaá, ha anunciado la creación de un cuerpo de profesores especialistas en sectores singulares de la FP, englobado en el grupo funcionarial A2 de funcionarios.
El nuevo cuerpo docente se englobará en el grupo funcionarial A2 e incluirá 10 especialidades.
Esta novedad, recogida en la nueva Ley Orgánica de Formación Profesional, cuyo borrador se llevará al Consejo de Ministros a mediados de junio, incluye 10 especialidades: cocina y pastelería; estética; fabricación e instalación de carpintería y mueble; mantenimiento de vehículos; mecanizado y mantenimiento de máquinas; patronaje y confección; peluquería; producción de artes gráficas; servicios de restauración y soldadura.
No se requerirá un grado
Hasta ahora, las 54 especialidades docentes de Formación Profesional estaban divididas en dos cuerpos: 25 especialidades que pertenecían al cuerpo de profesores de enseñanza secundaria (grupo funcionarial A1) y 29 que pertenecían al cuerpo de profesores técnicos (grupo funcionarial A2).
Con la nueva legislación, todos los profesores técnicos con grado universitario o equivalente pasarán a integrar el cuerpo de profesores de enseñanzas secundaria. Esta medida beneficiará a los docentes de 19 especialidades, quienes, a pesar de disponer de la misma titulación, se encontraban en un grupo funcionarial diferente.
Con estos cambios se persigue el objetivo de reforzar el carácter práctico y vinculado al tejido empresarial de estas especialidades que no tienen una carrera universitaria de referencia. En este sentido, la ministra ha resaltado que toda la Formación Profesional tendrá carácter Dual para que los alumnos puedan tener la suficiente formación en centros laborales.
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Más dinámico y flexible
Celaá ha señalado que la nueva Ley “se sustenta en dos principios fundamentales: el desarrollo persona, amparado por la legislación que consagra los derechos individuales, y el fortalecimiento del sistema económico basado en el conocimiento”. Así, la nueva normativa contempla en un solo sistema integrado la Formación Profesional educativa y la Formación Profesional para el empleo vinculadas al Catálogo Nacional de Cualificaciones Profesionales con el fin de hacer un sistema “más dinámico y flexible”.
La nueva normativa establece también que todas las ofertas formativas tendrán carácter acreditable y se podrán acumular para facilitar las acreditaciones, certificaciones y titulaciones con reconocimiento estatal y europeo.