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Representación del cerebro y la capacidad de aumentar la inteligencia. | Foto de vecstock vía freepik

Foto: Representación del cerebro y la capacidad de aumentar la inteligencia. | Foto de vecstock vía freepik

Aumentar la inteligencia es posible: pasos para conseguirlo según la ciencia

Gracias a la ciencia sabemos que la inteligencia no sólo depende de factores genéticos. Descubrimos cómo potenciar esta capacidad de cerebro.

Hace años pensaban que la inteligencia dependía exclusivamente de factores genéticos, y que una persona podía ser más o menos inteligente según hubiera sido dotada genéticamente para ello.

Sin embargo, en pleno siglo XXI, sabemos que esta capacidad del cerebro se puede trabajar y desarrollar.

De hecho, la ciencia nos ha revelado que el cerebro humano tiene una gran capacidad de adaptación. Y que las redes neuronales de las que depende la inteligencia se expanden gracias a las experiencias de aprendizaje que experimentamos a lo largo de nuestra vida.

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Tipos de inteligencia

La inteligencia no se ciñe exclusivamente al conjunto de conocimientos académicos que adquirimos a lo largo de nuestra vida, sino que también comprende una serie de habilidades, competencias y capacidades que debemos potenciar desde la infancia.

En 1904, el psicólogo Charles Spearman, propuso la existencia de una inteligencia general, que tendría un alto componente hereditario.

Sin embargo, esta teoría de una inteligencia de estado inamovible fue puesta en entredicho por el psicólogo Howard Gardner y su teoría de las Inteligencias Múltiples. Según está teoría formulada en 1983, cada persona tiene, al menos, nueve formas de inteligencia diferentes, y las tiene desde el mismo momento del nacimiento.

«Para aumentar la inteligencia es necesario desarrollar una serie de habilidades que no siempre están en los libros de texto», explicó Howard Gardner a aprendemas.com

Según explicó a Aprendemas.com el propio Howard Gardner en una entrevista en el año 2012, la inteligencia no es innata e inamovible, y para aumentar la inteligencia es necesario desarrollar una serie de habilidades que no siempre están en los libros de texto.

Según su teoría, las nueve formas de inteligencia que podemos tener y, posteriormente, desarrollar los seres humanos son:

– la inteligencia lingüística (capacidad de usar el lenguaje)
– lógica-matemática (capacidad de analizar problemas de forma lógica)
– la inteligencia musical (capacidad de tocar y componer piezas musicales)
– la espacial (capacidad de presentar ideas visualmente).
– inteligencia corporal-cinética (capacidad para realizar actividades que requieren fuerza, flexibilidad, coordinación y equilibrio)
– la inteligencia interpersonal (capacidad de entender las intenciones, motivaciones y deseos de otras personas)
– intrapersonal (capacidad de entenderse a uno mismo)
– naturalista (capacidad de observar, identificar y clasificar a los miembros de un grupo o especie)
– la inteligencia existencial (capacidad para afrontar tareas novedosas, combinar experiencias y formular nuevas ideas en base a la experiencia vivida).

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La inteligencia en la infancia

La etapa de la infancia es un momento decisivo en el desarrollo de la inteligencia. Por ello, expertos como Richard Gerver aseguran que el ámbito educativo es un paso fundamental para el desarrollo del niño y de su inteligencia.

Este profesor británico revela que una de las mejores maneras de poder desarrollar la inteligencia en la infancia es empezar desde que los niños son muy pequeños y siempre desde el aula. Sin embargo, matiza que hay que tener en cuenta que cada niño es diferente y que cada uno tiene un potencial único.

En su opinión, enseñar contenidos educativos ya no es tan importante, pues los niños los tienen a su alcance en segundos a golpe de clic. Se trata más bien de forjar unas habilidades de pensamiento mucho más válidas para los tiempos que corren.

Gerver aboga por que, en la infancia, los niños deben aprender a investigar, relacionar y descubrir las respuestas de forma global.

La inteligencia emocional

Al hablar de inteligencia y de cómo desarrollarla, no se pueden dejar a un lado las emociones.

A lo largo de las últimas décadas, diversas investigaciones científicas han demostrado que los niños que adquieren habilidades de inteligencia emocional tienen más probabilidades de prosperar en todos los aspectos de su vida.

El psicólogo Daniel Goleman es el gran impulsor de la teoría de la inteligencia emocional. Según este experto, la inteligencia emocional es la capacidad de reconocer nuestros propios sentimientos y los ajenos, de motivarnos y de manejar bien las emociones, en nosotros mismos y en nuestras relaciones.

Goleman considera que, a lo largo de la vida, estas habilidades emocionales adquiridas son cada vez más importantes para tener plenitud y éxito”. De hecho, para un niño inteligente emocionalmente será más fácil demostrar empatía, respeto, tolerancia y amabilidad, hará amigos más fácilmente y resolverá mejor los problemas”.

Claves para aumentar la inteligencia

Según la teoría de las inteligencias múltiples de Gardner, todas las inteligencias son susceptibles de desarrollarse. Pero ¿cómo conseguimos entrenarnos para ser más inteligentes? Aquí van algunas claves:

Entrenar la memoria de trabajo

Un equipo de científicos del Departamento de Psicología de la Universidad de Michigan demostró que la inteligencia se puede mejorar practicando ejercicios de memoria de trabajo. La memoria de trabajo es la memoria a largo plazo, es decir, aquella con la que guardamos datos y los procesamos durante un tiempo corto.

Por ello, realizar tareas que fomenten la atención nos ayuda a poner en marcha la creatividad y son fundamentales para mejorar la memoria de trabajo y, por lo tanto, para aumentar la inteligencia.

Practicar meditación

Se ha demostrado que meditar es una actividad que consigue volvernos más despiertos. Varios estudios científicos monitoreados a través de resonancias magnéticas han evidenciado que el cerebro funciona mejor después de hacer una sesión de meditación.

Al meditar liberamos cortisol, la hormona que genera el estrés y que perjudica a la capacidad de concentración y a la memoria. Por ello, la meditación no ayuda a alejar el estrés y contribuye a relajarnos.

Por ello, la meditación, la relajación o las actividades de proyección personal son una de las mejores claves para aumentar la inteligencia interpersonal.

Vivir nuevas experiencias

También está demostrado que exponerse a situaciones nuevas es uno de los mejores estímulos para aumentar la inteligencia. Y es que, cuando nos exponemos a situaciones nuevas nuestro cerebro fabrica conexiones neuronales nuevas.
Leer un libro nuevo, hacer un viaje, visitar un museo, son actividades que ayudan a mantener en forma nuestra inteligencia.

Participar en actividades grupales

Para trabajar la inteligencia interpersonal, una de las claves es optar por practicar actividades grupales, como trabajos en grupo, jugar a juegos de mesa o practicar actividades en pareja.

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