El concepto del bienestar engloba diversos aspectos de la vida. Se puede medir en términos económicos, pero también con otros indicadores, como la seguridad en el empleo, la calidad del aire, la asequibilidad de la vivienda o el balance entre vida y trabajo, según el informe “¿Cómo va la vida? Medición del bienestar”, de la OCDE.
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Los jóvenes cuentan con más apoyo que los mayores de 50 en tiempo de dificultades
El estudio indica que el lugar donde vives, la edad que tienes, y si eres hombre o mujer afecta de manera determinante a tu bienestar. Por ejemplo, las personas menores de 30 años tienen más posibilidades que los mayores de 50 a la hora de encontrar una mano amiga en tiempo de dificultades. Asimismo, los hombres corren un mayor riesgo de muerte por asalto que las mujeres, aunque las féminas se sienten menos seguras cuando van andando solas durante la noche.
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Una de cada ocho personas de la OCDE trabaja más de 50 horas a la semana, y los trabajadores de Francia, España, Dinamarca, Bélgica, Noruega y Alemania disfrutan de al menos una hora más de ocio diaria que los de EE.UU., Polonia, Canadá o Australia.
Cuando se les pregunta a las personas si está mejorando la vida, el ciudadano promedio de la OCDE afirma vivir mejor ahora que en 2009. En la mayoría de los países de la OCDE, el ingreso familiar ha iniciado una lenta recuperación con respecto a los niveles alcanzados durante la crisis, pero también preocupan aspectos como el desempleo de larga duración o un extenso horario de trabajo.
En general, los países que han sufrido las caídas más graves de los ingresos familiares desde 2009, como Grecia, Portugal, Italia y España, sufren como consecuencia un mayor desempleo, menores remuneraciones y menos asequibilidad de la vivienda.
El informe concluye que el control de las reservas de recursos puede ayudar a mantener las posibilidades del bienestar futuro y para ello se deben tener en cuenta aspectos tan dispares como la concentración de gases de efecto invernadero en la atmósfera o el aumento de la escolaridad de los jóvenes adultos, pasando por los cambios en los niveles de endeudamiento familiar y la confianza en el gobierno.
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Uno de cada diez niños vive en familias desempleadas
El estudio también reflexiona sobre cómo le va la vida a los niños, y los resultados no son muy optimistas. Uno de cada siete niños vive en la pobreza, y casi un 10% de ellos vive en familias desempleadas. Además, uno de cada diez menores señala que es víctima de acoso escolar.
Los niños de familias con mayores recursos tienen mejor salud, competencias más altas, mejores relaciones con sus padres y compañeros, y menos posibilidades de sufrir acoso. Las desigualdades del bienestar entre adultos se traducen en desigualdad de oportunidades para los hijos.
Un tercio de los adultos realiza labores de voluntariado
Otro aspecto analizado es el voluntariado. Uno de cada tres adultos de la OCDE trabaja como voluntario al menos una vez al año y 7 de cada 10 prestan ayuda informal a amigos, vecinos y conocidos. El voluntariado aporta nuevas competencias para el desarrollo profesional de los implicados y mejora las perspectivas de empleo, al tiempo que provoca mayores niveles de satisfacción.
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Por último, el lugar de residencia de las personas también influye en su bienestar, especialmente en aspectos como la seguridad personal, la contaminación atmosférica, las oportunidades de empleo y el acceso a servicios básicos. Las disparidades en calidad de vida dentro de los países pueden ser tan grandes como las existentes en países distintos.
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¿Cómo va la vida? 2015. Medición del bienestar