¿A veces quisiera tener mayor agilidad mental? Aprender una segunda lengua puede ayudar a conseguir este objetivo, tal y como señala un estudio realizado por la Universidad de Edimburgo.
Un equipo de investigadores de la citada universidad escocesa ha descubierto que aprender un segundo idioma durante un corto período de tiempo aporta beneficios cognitivos como la mejora de la capacidad de atención de las personas, que es perceptible tan sólo una semana después de haber estado estudiando una nueva lengua.
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Además, este estudio, publicado en PLOS ONE, demuestra que esa consecuente mejora de la atención se da en personas de cualquier edad, incluso en edad avanzada. Asimismo, ese beneficio se puede mantener en el tiempo si se continúa practicando habitualmente ese segundo idioma.
En esta investigación participó también el centro nacional de la cultura y la lengua gaélica de la Isla de Skye (Escocia). Su director Boyd Robertson señaló que los cursos cortos de idiomas de una semana de duración proporcionaron no solo beneficios lingüísticos y cognitivos sino también sociales.
Un experimento para mejorar la agilidad mental
El equipo de investigación de la Universidad de Edimburgo evaluó diferentes aspectos de la agilidad mental en un grupo de 33 estudiantes de entre 18 y 78 años que habían hecho durante una semana un curso de gaélico escocés. Se trata de una lengua indoeuropea de la rama celta, en peligro de extinción, que solo se habla en la zona alta de Escocia y sus islas, así como en Cabo Bretón (Nueva Escocia) y la Isla del Príncipe Eduardo.
Durante el estudio se realizó un seguimiento de los niveles de atención de los participantes mediante una serie de pruebas de audio que evaluaban la capacidad de concentrarse en determinados sonidos y de prestar atención para filtrar la información relevante, entre otras aptitudes mentales.
El estudio se realizó a tres grupos: dos de ellos finalizaron un curso intensivo de corta duración, pero sólo uno de ellos incluía la enseñanza de una segunda lengua –en concreto, el idioma gaélico escocés- y el tercer grupo no terminó ningún curso.
Al comparar los resultados de los tres grupos de estudio, los investigadores señalaron que después de una semana se descubrieron mejoras en la atención en los dos grupos que habían participado en los cursos intensivos, pero solo aquellos que aprendieron un segundo idioma obtuvieron resultados significativamente mejores que los que no finalizaron ningún curso.
Además, incluso nueve meses después de haber hecho el curso inicial de gaélico escocés, todos aquellos que habían practicado cinco o más horas por semana mejoraron su rendimiento mental básico, lo que demuestra que las aptitudes mentales obtenidas al aprender idiomas pueden ser mantenidas si los hablantes continúan practicando la nueva lengua.
Más información:
Novelty, Challenge, and Practice: The Impact of Intensive Language Learning on Attentional Functions