Solo cuatro de cada diez alumnos de Secundaria de la UE son capaces de mantener una conversación sencilla en otro idioma y apenas un cuarto alcanza ese nivel en la segunda lengua extranjera. Teniendo en cuenta que casi la mitad de los europeos reconoce no poder mantener una conversación en otro idioma que no sea el materno, la UE ha decidido dar unas recomendaciones a los jóvenes acerca de los idiomas que deberían dominar al terminar el Bachillerato o una FP de grado medio.
Los Veintiocho insisten en que existe una correlación entre saber idiomas y encontrar un empleo
Los ministros de Educación de la UE quieren que los jóvenes de estas edades sepan como mínimo dos idiomas. Para ello se comprometen a ayudar a que se adquieran competencias en al menos otra lengua que permita utilizarla de manera eficaz en entornos sociales y profesionales, y promover que en el tercer idioma el joven pueda interactuar con suficiente fluidez.
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Como muchos gobiernos han considerado muy ambicioso pedir un C1 y un B2 para la segunda y tercera lengua respectivamente, se rebajado la recomendación, aunque los Veintiocho han insistido en que existe una correlación entre saber idiomas y encontrar un empleo. Conocer otra lengua facilita la movilidad laboral, mientras que una competencia multilingüe limitada supone no poder beneficiarte de determinados programas europeos orientados a la formación, la educación y la juventud.
Los ministros de Educación han reconocido que existen problemas a la hora de garantizar un aprendizaje adecuado de idiomas, especialmente en la FP, “donde se hace menos hincapié en el aprendizaje de lenguas”. Este es el motivo por el que la UE ha decidido promover la mejora de la enseñanza tanto a nivel nacional como regional, local e incluso en el centro escolar. El objetivo es incluir la enseñanza de los idiomas en Primaria y Secundaria, así como apoyar la movilidad de alumnos y profesores.
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En este sentido, la Comisión Europea trabajará en una propuesta de valores de referencia europeos que deberán acordar los diferentes Gobiernos de la UE, y que podría incluir un nuevo valor de referencia europeo para las competencias lingüísticas.
Por otro lado, los ministros de Educación de la UE se han comprometido a mejorar el acceso a sistemas de educación infantil y de cuidados de alta calidad que garantizan un equilibrio entre el desarrollo cognitivo, el emotivo y el social, reconociendo la importancia del juego, el contacto con la naturaleza, y el papel de la actividad física, las artes y la música en estas edades.