Quiero un certificado que acredite mi nivel de inglés pero… ¿Cuál? La elección no siempre es fácil porque depende de múltiples factores, pero hay aspectos generales a tener en cuenta como la validez internacional del título y el reconocimiento del que disponga en ámbitos académicos y/o profesionales. Entre los más conocidos están el TOEFL y el TOEIC, los exámenes de Cambridge (FCE y CAE) y el IELTS, por ello vamos a hablar de sus diferencias.
El TOEFL está reconocido por más de 9.000 universidades en todo el mundo. Se trata de un examen oficial que se realiza en más de 4.500 centros distribuidos en 165 países diferentes, entre los que está España. Se dirige a personas que desean estudiar en instituciones de educación superior que tienen como lengua vehicular el inglés. La mayoría de candidatos son alumnos de estos campus ya que al tener gran carga gramatical su principal finalidad es que sirva para acreditar el nivel del idioma en entornos académicos.
Hay que tener en cuenta validez internacional y reconocimiento en ámbitos académicos y/o profesionales
TOEFL, al igual que TOEIC, evalúa el conocimiento real del idioma y siempre proporciona un certificado oficial en el que se indica el resultado obtenido de acuerdo al Marco Común Europeo de Referencia para las Lenguas (MCERL).
Por su parte, el TOEIC, siglas de Test of English for International Communication, es la certificación número 1 del mundo. Sólo en 2015 se hicieron más de 7 millones de exámenes, algo que le posiciona como el más reconocido en un entorno internacional, sobre todo a la hora de optar a un empleo. Más de 14.000 empresas lo requieren en sus procesos de selección y promoción interna y, de este total, unas 200 serían compañías españolas.
El contenido de la prueba evalúa cuatro destrezas en el idioma, lo mismo que el TOEFL, pero la diferencia está en que en el TOEIC su aplicación es más práctica y orientada a situaciones laborales. Se dirige a profesionales que quieran mejorar su posición, graduados que empiecen a labrarse un futuro profesional, y a universitarios, ya que también se demanda en los campus.
De hecho, para obtener el título de grado se necesita una certificación oficial de inglés. Muchas universidades, la CRUE (Conferencia de Rectores de las Universidades Españolas) y ACLES (Asociación de Centros de Lenguas en la Enseñanza Superior) aceptan el TOEIC para conseguir la titulación.
En tercer lugar estarían los exámenes de Cambridge que se ordenan en función del nivel: First, sería un nivel B2, y el Advanced, un C1 del Marco de Referencia Común para las Lenguas. La diferencia con el TOEFL y el TOEIC es que cuando te presentas a estas pruebas tienes que elegir el nivel en el que te quieres examinar y si no alcanzas la puntuación mínima, no se obtiene el certificado.
Si se tiene en cuenta su reconocimiento, unos 20.000 organismos en todo el mundo lo aceptan, sobre todo universidades y empresas. Su foco está puesto en estudiantes jóvenes tanto en edad escolar como universitarios y pre-universitarios que, ya sea a través de la formación extraescolar o de los programas bilingües de los centros educativos, quieren evaluar el nivel de inglés hasta que puedan acceder a la Universidad o integrarse en el mundo laboral.
Para cerrar, el IELTS se divide en dos tipos de exámenes, en función del interés del candidato, que son el Academic y el General Training. Ambos evalúan de la misma manera las cuatro destrezas que se tienen con el inglés. El sistema para reconocer su dominio es muy similar al del TOEIC, ya que también certifica el nivel en función de resultados con una puntuación del MCERL, por lo que no se suspende ni se aprueba. Simplemente se obtiene una puntuación. En lo que cambia es en su reconocimiento a nivel mundial: al año se hacen unas dos millones de pruebas.