El grado de similitud léxica entre el español y el italiano, por ejemplo, alcanza el 82%, mientras que la similitud del español y el portugués es del 89%. El hecho de tener un vocabulario común o una estructura gramatical parecida hace que el aprendizaje pueda ser más rápido, lo que empuja a la persona que lo está aprendiendo a seguir estudiando y no tirar la toalla. Estos son los idiomas más fáciles para un hispanohablante.
Portugués
Esta lengua tiene en común con el español en que las preguntas se diferencian de las afirmaciones por la entonación. En este idioma, la fonética es bastante sencilla, aunque hay ciertos sonidos que requieren práctica, como las vocales nasales. Con un curso intensivo de un mes de duración puedes empezar a comunicarte en portugués.
Italiano
Para un hispanohablante el italiano es un idioma fácil de aprender, ya que, aunque gramaticalmente existen algunas diferencias, la construcción de frases es muy similar en ambos idiomas. Hay una conjugación para cada persona y los verbos tienen raíz y desinencia. Dos meses de estudio continuado podrían resultar suficientes para que la comunicación comience a ser fluida.
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Francés
Al ser una lengua romance, a un hispanohablante no le cuesta demasiado aprender esta lengua. Los sonidos nasales y guturales de la pronunciación quizá sea la parte más difícil, pero este idioma tiene como ventaja que su vocabulario es parecido al español, y que ambas lenguas comparten formas verbales. Asimismo, los sustantivos tienen género. Se estima que para comunicarnos en francés necesitamos unas 600 horas.
Inglés
Pese a lo que pudiera parecer, el inglés no es un idioma difícil. Para un hispanohablante esta lengua tiene una fácil pronunciación y otra de sus ventajas es que la conjugación de los verbos es sencilla. Los phrasal verbs o los false friends pueden resultar un reto divertido, y tampoco es difícil encontrar personas nativas o con un nivel de inglés suficiente para practicar. Para dar un salto cualitativo en este idioma se necesitan, al menos, 200 horas de estudio.
Alemán
A muchas personas el alemán les parece un idioma, a priori, difícil. Sin embargo, no es una lengua con demasiadas complicaciones. Los géneros y las declinaciones son lo que más suele costar. Sin embargo, la pronunciación es muy sencilla. Además, el alemán es un idioma que permite avanzar rápido. Con unas 400 horas de estudio podemos alcanzar el nivel A1.