Un equipo de investigadores de la Universidad de Miami ha realizado un estudio que subraya los beneficios cognitivos de los que pueden beneficiarse los niños que hablan varios idiomas. Para ello se estudiaron a 112 menores, incluidos niños con un desarrollo normal y menores con autismo de entre 7 y 12 años.
Más idiomas, mejor control de impulsos
La investigación reveló que los niños que hablaban dos o más idiomas pueden controlar mejor los impulsos y cambiar de tarea con más facilidad que los menores que solo dominan una lengua. Estos resultados, publicados en la revista Autism Research, son importantes a la hora de conseguir que los niños con autismo prosperen en la escuela y posteriormente en sus lugares de trabajo, si bien los beneficios no solo se observaron en niños con autismo.
El autismo se caracteriza por dificultades más o menos acusadas de comunicación social y conductas repetitivas, así como otras referidas a las habilidades ejecutivas, como pueden ser planificar, concentrarnos, recordar instrucciones o gestionar múltiples tareas de manera eficaz. Aunque las habilidades de la función ejecutiva se desarrollan y mejoran a lo largo de la vida, las personas autistas suelen presentar dificultades en este sentido, lo que afecta su capacidad para gestionar las tareas diarias y su adaptación a nuevas situaciones.
El estudio realizado subraya también el impacto positivo del multilingüismo en tareas como la adopción de perspectiva, las conductas repetitivas y la comunicación social, así como en la capacidad de comprender los pensamientos o el punto de vista de otras personas.
«La ventaja bilingüe»
En este sentido, la ciencia ya había advertido que en el cerebro bilingüe existen dos idiomas activos y en constante competencia. El hecho de tener que cambiar de un idioma a otro se asocia con un mayor control ejecutivo, un concepto que se conoce como “la ventaja bilingüe”. Sin embargo, se da el caso de familias bilingües en las que los progenitores no hablan a sus hijos en sus correspondientes lenguas maternas porque piensan que aprender más de un idioma puede ser demasiado complicado y perjudicial para el niño.
En este sentido, una de las labores que se pretende con este estudio es informar a las familias que no conviene restringir la exposición a idiomas de los niños que crecen en hogares multilingües, especialmente en menores con autismo.
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New psychology research at #umiami explores the benefits of speaking multiple languages. https://t.co/4IuLlEOJgE@UMCAS
— University of Miami (@univmiami) January 30, 2025