Las exigencias del mercado laboral han hecho que el aprendizaje de idiomas sea haya convertido en un objetivo prioritario. Sin embargo, este proceso puede resultar muy complicado cuando se pretende llevar a cabo a partir de cierta edad.
Un estudio publicado en la revista Cognition, y en el que participaron casi 670.000 personas de diferentes edades y nacionalidades, demuestra que las personas que desean tener un conocimiento similar al nativo en una lengua extranjera, deben comenzar a estudiarla antes de los 10 años.
Y es que, a partir de esta edad, todos poseemos las habilidades necesarias para aprender otros idiomas y hablarlos con fluidez. Sin embargo, entre los 17 y los 18 años, estas habilidades comienzan a disminuir considerablemente.
Precisamente, una de las mayores barreras que nos encontramos cuando pretendemos aprender un idioma extranjero a partir de la edad adulta es la ansiedad, una reacción involuntaria que sufren la mayoría de personas que estudian una lengua extranjera en algún momento del proceso del aprendizaje.
En el año 1989, los doctores en Psicología, Peter D. MacIntyre y Robert C. Gardner, distinguieron dos categorías de ansiedad: la ansiedad general y la ansiedad comunicativa, dentro de la cual se incluye la relativa al aprendizaje de idiomas.
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Métodos más eficaces para combatir la ansiedad asociada al aprendizaje de idiomas
El miedo, la tensión, la inseguridad, el desasosiego o la frustración son sentimientos directamente asociados a la ansiedad, y sufrirlos mientras aprendemos un nuevo idioma, puede traernos consecuencias muy negativas en el proceso de aprendizaje.
¿Quieres aprender otro idioma y la ansiedad se ha convertido en una barrera infranqueable que te impide lograr tu objetivo? Los psicólogos Foss y Reitzel desvelaron tres efectivos métodos para combatir la ansiedad que nos genera aprender idiomas:
Anotar las vivencias en un diario
Según apuntan estos dos psicólogos, uno de los métodos más eficaces para combatir la ansiedad asociada al proceso de aprendizaje de idiomas, es empezar a escribir un diario, y anotar en él todas las vivencias y sentimientos que nos genera estudiar ese nuevo idioma.
Y es que, según apuntan Foss y Reitzel, a través de los diarios, los estudiantes que aprenden otros idiomas son capaces de reconocer sus sentimientos de inadaptación para enfrentarse a ellos de una forma más realista.
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Verbalizar los miedos en la pizarra de clase
Si das clases en grupo con más estudiantes, otra dinámica muy efectiva para combatir la ansiedad que genera el aprendizaje de una nueva lengua, es que todos los estudiantes de clase expresen, a través de palabras, los miedos que les impiden aprender un nuevo idioma y los apunten en la pizarra de clase.
Según apuntan Foss y Reitzel, a través de este tipo de dinámica de grupo, los estudiantes comprueban que no son los únicos que tienen esas preocupaciones cuando de aprender un idioma extranjero se trata.
Elaborar un gráfico de la ansiedad
El tercer método para combatir la ansiedad al estudiar un idioma extranjero, planteado por estos dos psicólogos, es que el alumno elabore un gráfico de ansiedad, en el que puntúe el nivel de ansiedad que siente (del 1 al 10) cada vez que estudia idiomas.
El objetivo de este tipo de gráfico es que cada estudiante sea capaz de comprobar que no sufre el mismo nivel de ansiedad a lo largo de todo el proceso de aprendizaje. Y es que, mientras que algunos estudiantes sienten más ansiedad a la hora de hablar una lengua extranjera, para otros, sin embargo, la principal barrera es expresarse a nivel escrito, o dominar la gramática y el vocabulario.
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Las dos técnicas de Dolly Young
Otra conocida psicóloga que ha estudiado la relación que existe entre el aprendizaje de idiomas y la ansiedad es Dolly Young, quien propone dos técnicas para combatir este tipo de ansiedad:
1. El Self Talk
O la charla con uno mismo, se trata de un método en el que el estudiante debe hablar consigo mismo, intentando pensar siempre en positivo y desechando los pensamientos negativos, a través de frases de auto motivación como, por ejemplo: «Respira hondo», «Tu puedes con esto», o «intenta relajarte».
2. Hablar antes de pensar
Desde pequeños nos han enseñado la importancia de pensar antes de hablar, sin embargo, cuando aprendemos nuevos idiomas, debemos invertir este consejo. Y es que, al ser la comunicación oral uno de los principales escollos para los que deciden aprender un nuevo idioma, una de las mejores técnicas que podemos poner en práctica para que este miedo a hablar no nos paralice es, precisamente, lanzarse a hablar antes, incluso, antes de ponerse a pensar.
Y es que, si nos damos demasiado tiempo para pensar lo que queremos decir, la ansiedad podría paralizarnos hasta tal punto, que no seamos capaces de encontrar las palabras que deseamos expresar. Por ello, si sientes pánico a hablar en otro idiomas, no lo dudes, y lánzate a hablar siempre antes de pensar.
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