En España, los niños dedican 872 horas de clase al aprendizaje de lenguas extranjeras durante la Educación Primaria y Secundaria inferior. Se trata de una cifra ligeramente superior a la media de la UE, pero que sigue quedándose muy por detrás de otros países europeos en cuanto a resultados en el dominio de idiomas. Así se desprende del nuevo Índice europeo de aprendizaje de idiomas 2025 de Preply.
Preply, la plataforma de clases personalizadas con tutores, ha clasificado a 27 países de la UE a partir de datos oficiales que incluyen la exposición en la escuela, la adopción del multilingüismo, el acceso a colegios internacionales, la inversión pública en educación y la demanda de clases particulares por parte de las familias.
Luxemburgo lidera el panorama europeo del aprendizaje de idiomas, mientras España se queda atrás.
Luxemburgo encabeza el ranking, con estudiantes que aprenden una media de 2,3 idiomas en la secundaria inferior y un 95,8 % matriculados en varias lenguas extranjeras. Malta y Estonia siguen de cerca, impulsadas por programas sólidos y altas tasas de participación.
Francia y Suecia también destacan por la adopción casi universal del aprendizaje de idiomas y la fuerte inversión en educación, con Suecia destinando un 7,6 % de su PIB a este ámbito.
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España, a la cola en aprendizaje de idiomas
España, por el contrario, se sitúa en el puesto número 17, con una puntuación de 4,11. Solo el 22,4 % de los alumnos de secundaria superior estudian dos o más lenguas extranjeras, y el tiempo obligatorio de clase dedicado a idiomas no aumenta tras la primaria (11 %). Aún así, España cuenta con uno de los mayores números de colegios internacionales de Europa (299) y registra una fuerte demanda parental reflejada en las búsquedas en línea de clases particulares.
En el otro extremo, Hungría, Portugal y Austria obtienen las peores puntuaciones. Alemania, por su parte, sobresale por la elevada demanda de clases particulares, lo que demuestra que incluso en países con una enseñanza escolar moderada, las familias buscan apoyo adicional.

Los idiomas, cuestión de prioridades
En España, los horarios escolares dan mayor prioridad a las asignaturas básicas que al aprendizaje de idiomas.
El estudio de Preply también analiza las horas acumuladas que cada país destina a las asignaturas básicas a lo largo de la primaria y la secundaria inferior, con el fin de evaluar cómo influyen los horarios y los planes de estudio en la exposición a los idiomas y en qué países los niños reciben un mayor apoyo.
Las horas dedicadas a los idiomas y a las asignaturas básicas varían de un país a otro. En España, los alumnos de primaria y secundaria inferior acumulan 872 horas de enseñanza de lenguas extranjeras sobre un total de 7.844 horas lectivas, lo que equivale a un 11 %, una cifra algo superior a la media europea de 821 horas. Aun así, el horario está dominado por la alfabetización, la aritmética y otras asignaturas básicas.
En Primaria, los estudiantes españoles dedican más tiempo a lectura, escritura y literatura (1.093 horas), seguidas de matemáticas (855 horas) y otras asignaturas obligatorias (1.521 horas). En secundaria inferior, continúan en primer plano la lectura y la escritura (507 horas), las matemáticas (381 horas) y las ciencias (349 horas), mientras que la enseñanza de idiomas apenas llega a 349 horas.
En contraste, países como Luxemburgo (1.389 horas) y Estonia (866 horas) destinan una carga horaria mucho mayor a los idiomas. Italia, por su parte, ofrece currículos más flexibles que permiten a las regiones priorizar las lenguas, las ciencias STEM o las artes según sus necesidades locales, lo que pone de relieve que las decisiones de política educativa influyen tanto en las oportunidades de aprendizaje como en el volumen total de horas lectivas.
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“Con horas limitadas de idiomas en algunos sistemas escolares, los padres juegan un papel crucial en apoyar el aprendizaje de sus hijos”, señala un portavoz de Preply. “Incluso sesiones cortas y consistentes pueden marcar la diferencia, y hacer que el aprendizaje sea divertido y relevante es la clave”.
Desde Preply recomiendan:
– Empezar poco a poco y ser constante. Dedicar 15 minutos al día a leer, conversar o escuchar en otro idioma ayuda a crear un hábito sólido.
– Usar lo que más le guste al niño. Canciones, dibujos, libros o juegos en el idioma meta pueden convertir el aprendizaje en una experiencia divertida.
– Practicar en compañía. Aprender juntos refuerza las habilidades y aumenta la confianza.
– Apostar por clases online. Plataformas como Preply permiten conectar con tutores que adaptan las lecciones al nivel, ritmo e intereses de cada estudiante.
– Reconocer los logros. Celebrar hitos como nuevo vocabulario aprendido o una conversación completada refuerza la motivación y el entusiasmo.