A nadie le gusta que le corrijan su forma de expresarse pero a veces es necesario. Desde ese amigo que se olvida de las haches hasta la forma de escribir de tu propio hijo, hay muchas situaciones donde te saldrá la vena académica.
Ten cuidado porque la línea que separa una puntualización útil de una persecución gramatical es más delgada de lo que piensas. De hecho, un estudio de la Universidad de Michigan ha descubierto que las personas que se dedican constantemente a señalar errores gramaticales ajenos son en realidad los jerks («imbéciles», en castellano) que todo el mundo piensa que son; tienden a ser más cerrados y a juzgar más al resto.
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Si no quieres caer dentro de ese saco, la web Grammarly da una serie de pautas. El primer consejo es ser educado. Procura no sonar arrogante ni irrespetuoso porque al final saber escribir no te hace mejor que la otra persona y tú también puedes equivocarte.
Para no salir escaldado también es recomendable corregirlo en privado. Nada como un foro público para que bien la persona a quien corriges se sienta ofendida o, incluso peor, para que otra persona te critique por ´listillo´ o sólo porque no le ha gustado tu forma de corregir. Como suelen decir los futbolistas, “la ropa sucia mejor lavarla en casa”.
En la medida de lo posible, corrige de forma amena, usando incluso el humor. No es lo mismo decir, “te has equivocado al contar” que el manido “alguien se perdió el capítulo de Barrio Sésamo del Conde Drácula”, por ejemplo. En esta misma línea, resta importancia a la corrección siempre que puedas. Es mejor pasar por ella de puntillas que pararlo todo para afear la gramática de la otra persona.
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Por su puesto, cuando corrijas una expresión asegúrate de que estás en lo correcto. No hay nada peor que detectar un error que no es tal. Del mismo modo, cerciórate de que tu corrección está debidamente redactada si es en un foro.
Por último, si vas a corregir a una persona debes ser capaz de explicarle de forma clara y concisa el motivo de su error y a ser posible usar una fuente fiable que te respalde, como por ejemplo, la RAE.
Sigue estos consejos y podrás sacar al profesor que llevas dentro sin riesgo a perder a tus amigos.
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