Las embajadas son misiones diplomáticas permanentes que suponen la representación de un país dentro de otro. Por ello, cuando visitamos otros países del mundo y necesitamos asistencia burocrática en el extranjero, recurrimos a las embajadas de nuestro país en el destino al que viajamos.
Las embajadas y los consulados son representaciones diplomáticas de un país en el extranjero, pero ambas no tienen el mismo grado de importancia, ni tampoco desempeñan las mismas funciones.
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Perfiles profesionales que trabajan en una embajada
Actualmente, España cuenta con 215 embajadas y oficinas distribuidas por todo el mundo. En ellas, trabajan diferentes perfiles profesionales.
El embajador es la figura principal porque ostenta la máxima representación de España en el país en que se encuentra la embajada, y trabaja rodeado de personal diplomático, como el ministro consejero, el secretario de la embajada y el consejero cultural.
Se calcula que un embajador puede percibir en torno a los 150.000 euros brutos al año, lo que supone unos 21.000 euros al mes, más todas las dietas, desde alojamiento hasta manutención, en el país de destino.
Pero además, las embajadas cuentan con una plantilla de personal administrativo y técnico, como el jefe de personal o canciller, el jefe de negociado y los secretarios auxiliares administrativos, que se encargan de la gestión administrativa de la embajada.
En ocasiones, para llevar a cabo labores administrativas o de logística y técnica, algunas embajadas también cuentan con personal contratado a nivel local.
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¿Cómo acceder a un puesto de trabajo en una embajada?
Normalmente, quienes trabajan en la Embajada, en el caso de España, son empleados que han llegado a ese puesto mediante un proceso selectivo realizado a través de la Administración pública española en cualquiera de las modalidades siguientes: oposición, concurso o concurso-oposición.
Realizar unas oposiciones brinda la oportunidad de conseguir una plaza fija. Aunque conviene señalar que también existen determinados departamentos donde se solicitan puestos temporales y vacantes para sustituciones que no requieren la necesidad de superar ningún examen u oposición.
Algunos de los requisitos que se exigen para trabajar en una embajada o consulado pasan por dominar el idioma del país correspondiente, ser mayor de edad y estar en posesión de un título de enseñanza superior, ya sea de licenciado o graduado, de ingeniero o de arquitecto.
También es requisito necesario contar con total disponibilidad para movilizarse a otros países del extranjero, específicamente al país en dónde se encuentre la embajada en la que se aspira trabajar.
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¿Cómo son las oposiciones a las embajadas?
Actualmente, el proceso selectivo para acceder a una plaza fija en una embajada está compuesto por dos fases. La primera es la fase de oposición, que consta de varios ejercicios, escritos y orales sobre cultura general, idiomas, comentario de texto y entrevista personal, y examen sobre el temario.
La segunda fase consiste en un curso selectivo para los funcionarios en prácticas que hayan superado la primera fase. Se trata de un curso eminentemente práctico y de carácter potencialmente eliminatorio, que compagina clases y visitas.
Ofertas de empleo en embajadas
Al igual que se puede optar a un puesto de trabajo en una embajada española en el extranjero, también son muchas las ofertas de empleo que llegan desde las embajadas de otros países en España.
En las páginas web de cada embajada se suelen publicar oportunidades de empleo periódicamente. Tal es el caso de la Embajada de Estados Unidos en España, que actualmente oferta vacantes como un puesto temporal de recepcionista para el Consulado de Barcelona, con un sueldo de 26.344 euros al año por una jornada de 20 horas semanales.
También se ofrecen dos puestos para la Embajada en Madrid: uno de agente consular con una jornada de 34 horas semanales y un salario de 34.000 euros anuales. Y otro puesto de asistente de dirección a jornada completa con un sueldo de 47.000 euros anuales.