Casi no solemos reparar en ello, pero la realidad y las cifras son demasiado tozudas. Las mujeres siguen ganando un 24% menos que los hombres. Estamos todavía lejos de la igualdad de género y en materia salarial y según un estudio de Harvard gracias a ello muchas parejas siguen juntas.
La investigación realizada por Alexandra Killevald, de la que se hace eco el portal Trendencias, con 6.300 parejas descubrió que a ellos les sigue gustando ser quienes dominan la situación. Tanto es así que las posibilidades de divorcio se elevan hasta un 32% cuando se invierten los roles. Factores como que ella gane más pueden suponer un gran problema.
El estudio también descubrió la importancia de que ambos trabajen, especialmente el marido. Cuando el hombre no está empleado a jornada completa las posibilidades de divorcio ascienden un 3,3% para los matrimonios posteriores a 1975. Hasta entonces, la incidencia era de solo un 1,1%. Por el contrario, que la mujer trabaje o no apenas sí tiene incidencia en las probabilidades de ruptura.
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Otro elemento clave del estudio es el trabajo en casa. Cuando la mujer tiene que encargarse de más del 50% de esa carga, las posibilidades de separación aumentan. Un estudio paralelo de Josh Katz determinó que el reparto desigual de las tareas domésticas es un mal endémico que se repite incluso cuando el hombre no trabaja.
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Por su parte, Killevald llegó a la conclusión de que los matrimonios son más estables cuando existen diferencias salariales porque las pérdidas para la mujer en caso de divorcio son mayores. De hecho, cuanto más igualado es el salario, mejor es la posición de la mujer tras el divorcio y más posibilidades tiene de ascender.
El de Killevald no es el único estudio en la materia. Según la Universidad de Connecticut, los hombres que ganan menos que su pareja tienen más posibilidades de ser infieles. Ganar menos puede incluso afectar al apetito sexual del varón. Una investigación llevada a cabo en Dinamarca descubrió que conforme el salario de la mujer aumentaba, el rendimiento en la cama del marido descendía.
Al final el dinero es la primera causa de discusión en una pareja según e incluso algo tan básico como compartir cuentas corrientes o no hacerlo puede incidir en las posibilidades de divorcio, explican desde Preahorro.com. Si tienes dudas, mejor pon las cuentas en común, ellos tienden a agradecerlo.
Que todavía queda mucho camino por recorrer hasta conseguir la igualdad es un hecho. De lo que no siempre nos damos cuenta es que el problema está en nosotros mismos. Y tú ¿cómo gestionas el dinero en pareja?
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