Hay muchas personas que toman la decisión de presentarse a una oposición porque buscan la estabilidad que supone una plaza pública. Sin embargo, existe una gran variedad de oposiciones y el primer paso es elegir una de entre todas ellas.
A la hora de elegir oposición conviene tener en cuenta determinados criterios y seguir ciertos pasos con el fin de no equivocarte. Hay que tener presente que presentarse a una oposición requiere una gran inversión de tiempo y esfuerzo, por lo que acertar a la hora de escoger la oferta de empleo público que más nos conviene resulta de vital importancia. Estos son los pasos que tienes que seguir:
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Requisitos
Comprueba cuáles son los criterios formativos que se exigen. Hay oposiciones que están orientadas a personas que cuentan con estudios universitarios, como graduados, licenciados o diplomados. Estas personas que cuentan con formación universitaria pueden presentarse a oposiciones de grado A1 o grado A2. Una de las tentaciones más frecuentes es presentarse a una oposición de categoría inferior por considerarla más fácil. Sin embargo, hay que tener presente que este tipo de convocatorias atraen a un mayor número de personas interesadas, por lo que la competencia por un puesto será mayor.
Consultar los requerimientos de oposiciones ya convocadas. Si quieres recabar información sobre una determinada oposición que te atrae especialmente, no dudes en comprobar los requisitos solicitados en anteriores convocatorias. Esto te dará una idea aproximada de si los cumples o te resulta más conveniente fijarte en otras opciones.
Cuántas plazas se convocan
Sopesa las convocatorias con una amplia oferta de plazas. Existen oposiciones con un elevado número de plazas, lo que a priori puede considerarse una opción atractiva. Sin embargo, hay que tener en cuenta que estas convocatorias atraen a un gran número de personas interesadas, por lo que, debido a la alta competencia, no siempre es más fácil conseguir un puesto en comparación con otras oposiciones con un número de plazas menor.
Disponibilidad
Ten presente el tiempo disponible. El tiempo del que dispongas para estudiar es uno de los criterios fundamentales a la hora de someterte a un temario exigente. Ser sincero contigo mismo acerca de tu disponibilidad y tu capacidad de esfuerzo te hará elegir adecuadamente, ya que no es lo mismo contar con total disponibilidad a la hora de estudiar el temario que tener que compaginar el estudio con un trabajo a tiempo completo, por ejemplo. Asimismo, es necesario tener en cuenta cuándo se prevé que se haga pública la convocatoria. Hay oposiciones que se convocan con cierta regularidad mientras que otras pueden tardar años en ser convocadas.
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Por libre o con preparador
¿Vas a necesitar una academia o preparador? Las oposiciones de nivel A1 o A2 suelen contar con temarios más exigentes y en ocasiones resulta recomendable asistir a una academia o contar con la ayuda de un preparador que te ayude con las materias de examen y te impulse a seguir estudiando incluso en épocas de menos motivación. Antes de escoger debes plantearte si vas a necesitar esta ayuda externa y si puedes permitírtela en función de tus circunstancias.
Retribución y proyección
Salario, destino y proyección profesional. Otros aspectos que tienes que valorar para tomar una buena decisión es el salario al que optas, si tendrás que desplazarte a otra ciudad una vez que te conviertas en funcionario o la proyección profesional que te permitirá la plaza que vas a ocupar. Estos criterios son los suficientemente importantes como para decantarte por una oposición determinada u olvidarte de ella en función de tus intereses.
Por último, si ya has decidido estudiar una oposición y aún no ha salido publicada la convocatoria debes estar atento y consultar los canales informativos para que no se te pasen las fechas de inscripción a la misma.
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