Mucha gente cree que las aptitudes interpersonales, como la facilidad en la comunicación, la gestión del tiempo y la resolución de problemas, son innatas, pero lo cierto es que cualquier persona puede desarrollarlas y fortalecerlas, según recuerda EURES, la red de cooperación de servicios de empleo. Para ello, estos consejos pueden ser de utilidad:
Solicita otros puntos de vista
Si te resulta ser objetivo con tu propio trabajo, puedes solicitar a alguno de tus compañeros que te den su opinión. Algo muy útil es conocer lo que los demás consideran tus puntos fuertes y tus puntos débiles, para saber qué aspectos debes potenciar y cuáles debes mantener.
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Imita a los mejores
Puedes probar a imitar el comportamiento de aquellos compañeros con los que te sientes mejor trabajando. Reflexiona cuáles son los aspectos que más te gustan y por qué te encuentras cómodo con ellos e intenta integrar estos aspectos en tu propia forma de trabajar.
La formación nunca está de más
Si tienes ocasión, participa en programas de formación enfocados al desarrollo de tus aptitudes interpersonales. Puedes encontrar diferentes cursos a nivel privado o en plataformas como LinkedIn Learning, que propone itinerarios formativos orientados a mejorar estas capacidades.
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Practica fuera del trabajo
Para fortalecer tus habilidades interpersonales puedes ensayar con actividades en tu tiempo de ocio. Puedes unirte a un equipo deportivo o realizar labores de voluntariado. Practicar en otros entornos más relajados puede hacer que afloren esas capacidades que permanecían ocultas en ti.
Cada error es una oportunidad de cambio
Los errores no son señales de que debes tirar la toalla, sino ocasiones que te permiten reflexionar sobre los aspectos que debes evitar en un futuro y los que tienes que potenciar para mejorar tus aptitudes interpersonales.