El contrato de formación y aprendizaje y el contrato de prácticas son las fórmulas más efectivas de incorporarse al mercado laboral. Para muchos de los becarios supondrá el primer contacto con el mundo profesional. Por su trabajo tienen derecho a percibir un salario, si bien puede variar en función del contrato firmado y el sector laboral de la empresa que les está dando esta oportunidad.
Salario según el sector
El sector al que pertenece la empresa para la cual está trabajando el becario es uno de los determinantes del sueldo a percibir durante las prácticas. El Estatuto de los Trabajadores indica que el salario del contrato de prácticas a jornada completa será como mínimo de 1.080 euros, sin pagas extra prorrateadas, pero hay que consultar previamente el convenio colectivo para comprobar si fija un salario para esa categoría específica.
En España, según el portal Glassdoor, el salario medio de un becario es de 777 euros al mes, el 75% del salario mínimo interprofesional, aunque existen ligeras diferencias en cuanto al sector se refiere.
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Contrato para la formación y aprendizaje
Este contrato está orientado a las personas que aún no han terminado sus estudios y sirve para completar su formación teórica con una experiencia laboral práctica. Estos contratos tienen una duración mínima de un año y no pueden superar los tres años.
El salario va determinado por el tiempo efectivo trabajado y si el convenio no especifica nada al respecto no debe ser inferior al salario mínimo interprofesional, es decir 1.080 euros mensuales, aunque siempre de acuerdo con la cantidad de horas trabajadas.
Contrato en prácticas
El contrato en prácticas está orientado a las personas que, una vez completados sus estudios, quieren seguir formándose, ya que tiene como fin la obtención de la práctica profesional adecuada al nivel de estudios o de formación objeto del contrato mediante la adquisición de las habilidades y capacidades necesarias para el desarrollo de la actividad laboral correspondiente al título obtenido.
El contrato en prácticas tiene una duración que no puede ser inferior a seis meses ni superior a dos años. La retribución del becario la establece el convenio para esa modalidad, pero en ningún caso puede ser inferior a la retribución mínima establecida para el contrato para la formación en alternancia ni al salario mínimo interprofesional en proporción al tiempo de trabajo efectivo, fijado en 1.080 euros.