Hace ya algunos años que los entrenadores personales son profesionales en alza. Es un perfil que ya existía desde hace tiempo, pero que ha empezado a ser más conocido a raíz del culto al cuerpo de celebrities y famosos.
La clave de este éxito es que permite trabajar de una manera individual en las necesidades de cada persona, siendo una manera más segura y efectiva de conseguir los objetivos, ya sea por motivos de salud o estéticos.
Las salidas profesionales del entrenador personal son muy amplias, ya que no solo se puede trabajar por cuenta propia en los domicilios de las personas, sino también abrir el propio centro de entrenamiento.
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Además, estos profesionales están capacitados para desarrollar su actividad en centros deportivos y gimnasios para entrenar a los clientes de forma individual o para realizar los entrenamientos a través de diferentes clases o actividades de fitness. También se tiene la alternativa laboral de la formación para enseñar a los futuros entrenadores personales.
Son solo algunas opciones de las muchas que hay porque la demanda de estos profesionales sigue creciendo por la necesidad de cuidarse y se ha incrementado a raíz del confinamiento por la pandemia de la covid-19.
Pero, ¿qué hay que estudiar? ¿Qué formación se necesita? Parecen preguntas sencillas, pero no lo son tanto porque no todas las formaciones son oficiales. En España, las únicas titulaciones deportivas oficiales o regladas son las de licenciatura, diplomatura o Grado en Ciencias de la Actividad Física y del Deporte, mientras que en Formación Profesional están los ciclos formativos de Técnico Deportivo Superior y Medio. También es una titulación reconocida el Certificado Oficial de Profesionalidad.
Toda la formación restante es no oficial, según apuntan desde la Federación Española de Entrenadores Personales y Fitness (FEEPYF), desde donde señalan que próximamente entrará en vigor la regulación del sector, que obligará a que las personas que quieran trabajar en el sector tendrán que convalidar su formación.
Un motivo por el que es aún más importante tener la formación necesaria para ejercer esta profesión que requiere de conocimientos especializados porque, aunque se haga actividad física por motivos estéticos, no hay que olvidarse de que el deporte es salud y hay que evitar lesiones u otros problemas derivados de una mala práctica de la actividad física.
No obstante, la formación reglada se puede completar con otros cursos de formación para especializarse aún más en algún área o actividad física concreta o adquirir más competencias de cara a valorar y analizar las capacidades físicas; los aspectos anatómicos, fisiológicos y biomecánicos; la programación de entrenamientos personales o la nutrición deportiva.
La formación tanto reglada como la de cursos de especialización permiten que el entrenador personal sea capaz de diseñar el entrenamiento más idóneo para cada persona en función de sus objetivos como perder peso, ganar volumen, tonificar o rehabilitación por un accidente, lesión u operación quirúrgica, entre otros, teniendo en cuenta el estado de salud de cada uno y problemas específicos como la diabetes.
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