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Descubren los LEGOs cognitivos del cerebro: así aprendemos nuevas habilidades en segundos

Descubren los LEGOs cognitivos del cerebro: así aprendemos nuevas habilidades en segundos

Los 'Legos cognitivos' ayudan al cerebro a construir comportamientos complejos. | Foto: Universidad de Princeton

Investigadores de la Universidad de Princeton han descubierto que la flexibilidad del cerebro proviene de su capacidad para reutilizar patrones neuronales compartidos en distintas tareas. Estos patrones, llamados “bloques cognitivos”, se combinan y reorganizan según las demandas de cada situación, lo que facilita aprender nuevas habilidades sin necesidad de empezar desde cero.

El cerebro funciona como un sistema modular de bloques cognitivos.

El estudio, publicado en la revista Nature, se obtuvo tras entrenar a monos en tareas de categorización de formas y colores mientras se registraba su actividad cerebral. Los científicos observaron que el córtex prefrontal —la región encargada de funciones superiores como la planificación y la toma de decisiones— activaba o silenciaba estos bloques según el objetivo del momento.

Los autores del trabajo, Tim Buschman y Sina Tafazoli, destacan que el cerebro funciona como un sistema modular: cada bloque cumple una función específica —como discriminar colores o ejecutar movimientos— y puede combinarse con otros para crear comportamientos más complejos.

En palabras de Buschman, “el cerebro es flexible porque puede reutilizar componentes de la cognición en muchas tareas distintas. Al encajar estos ‘LEGOs cognitivos’, construye nuevas habilidades”.

Ejemplos cotidianos al aprender nuevas habilidades

Los expertos comparan este proceso con aprender a cocinar: quien ya sabe hornear pan puede aprovechar esas destrezas para preparar un pastel, añadiendo solo algunos pasos nuevos como batir la masa o hacer el glaseado. El cerebro no reinventa todo el proceso, sino que reutiliza piezas ya conocidas y las combina con otras nuevas.

Este fenómeno, denominado composicionalidad, explica por qué los humanos podemos adaptarnos con rapidez a programas informáticos, recetas o juegos desconocidos, mientras que la Inteligencia Artificial aún lucha por aprender “sobre la marcha”.

Implicaciones para la inteligencia artificial

Uno de los grandes retos de la IA es la llamada “interferencia catastrófica”, es decir, olvidar lo aprendido al incorporar nuevas tareas. Según los investigadores, comprender cómo el cerebro reutiliza sus bloques cognitivos podría inspirar algoritmos capaces de aprender continuamente sin borrar conocimientos previos.

Esto abriría la puerta a sistemas más versátiles, capaces de enfrentarse a múltiples desafíos sin necesidad de entrenamientos extensivos para cada uno.

El estudio también tiene un enorme potencial en el ámbito médico. Si se logra entender cómo el cerebro reorganiza sus bloques cognitivos, podrían desarrollarse terapias que restauren la flexibilidad mental y mejoren la calidad de vida de millones de pacientes.

Este descubrimiento no solo da luz sobre cómo aprendemos tan rápido, sino que también marca un camino hacia una inteligencia artificial más humana y tratamientos innovadores para trastornos neurológicos.

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