Navidad es sinónimo de ilusión y parte de esa ilusión se debe a los juguetes que en estas fechas reciben los niños de manos de Papá Noel y los Reyes Magos. Detrás de cada uno de ellos debería haber una duda acerca de si resulta o no conveniente. Acertar con los juguetes educativos no es difícil si se tienen en cuenta determinados aspectos.
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Juguetes seguros: la verificación del etiquetado sirve para asegurarse que los juguetes no contentan pintura tóxica ni piezas afiladas o cortantes, o de un tamaño pequeño para determinadas edades. En la etiqueta debe aparecer el nombre y marca del producto, razón social y dirección del fabricante, importador o vendedor, advertencias de uso y restricciones de edad, y especificaciones energéticas. La marca CE acredita que el fabricante o distribuidor garantiza las exigencias de seguridad de la UE.
Mejor si son participativos: los juguetes que animan a jugar con otros niños son mejores que los que solo sirven para jugar en solitario. Frente a los regalos bélicos o sexistas, resulta más conveniente escoger libros que se pueden leer en familia o material deportivo.
Los juguetes educativos no tienen que ser aburridos: las grandes ventajas de los juguetes didácticos es que fijan la atención, potencian la creatividad, fomentan la concentración y desarrollan las capacidades intelectuales del niño. Dentro de esta categoría se engloban los puzles, los juegos de adivinanzas, los juguetes para encajar, los de investigación científica o los de exploración artística, así como los que contribuyen al razonamiento abstracto o los que discriminan sonidos o colores para los más pequeños.
Cuidado con los juguetes conectados: los últimos modelos de juguetes incluyen conexión a Internet, ya que su reclamo es que son capaces de “comunicarse” con los niños. Son juguetes que se conectan a los teléfonos móviles, se pueden controlar con apps y funcionan con tecnologías de reconocimiento de voz. Sin embargo, las asociaciones de consumidores advierten a la hora de comprarlos, ya que presentan problemas de privacidad y seguridad, pues resulta bastante sencillo interferir en el juguete y utilizarlo para espiar al niño o a la familia. Además, se ha detectado que algunos de estos juguetes emiten mensajes publicitarios subliminales, como expone la OCU.
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La combinación perfecta: según los expertos, una buena combinación de regalos para un niño sería un juguete de carácter didáctico, un videojuego, un libro, un juego de mesa y otro relacionado con las habilidades del pequeño, como pueden ser las manualidades, la música o los deportes. Asimismo, se recomienda que el número de juguetes que recibe el niño globalmente sea razonable y acorde a su edad. Pero lo más importante es recordar que cualquier juguete puede convertirse en el juguete perfecto para un niño si te sientas a jugar con él.