Si eres de los que, a pesar de llevar años de estudio de inglés en academias, aún escribe “becouse” (en vez de because, porque en inglés), de los que no se enteran de nada al ver una película anglosajona en versión original sin subtítulos o de los que no son capaces de mantener una conversión fluida sin caer en el spanglish: no estás sólo, lo que tampoco quiere decir que estés haciendo las cosas bien.
“A partir de un nivel A2 es preciso plantearse la corrección de las estructuras gramaticales y comenzar a eliminar errores recurrentes. Se trata de un trabajo en el que la constancia y la atención son muy importantes,” afirma David Bradshaw, Senior Assessment Services Manager en Cambridge English.
Desde Cambridge English Language Assesment lanzan los siguientes consejos para que no vuelvas a tropezarte con la misma piedra.
Aprende a revisar el trabajo: es el primer mandamiento, aunque rara vez se cumple. Releer los ejercicios una vez finalizados es fundamental para detectar aquellos fallos inconscientes que ya se habían cometido en el pasado. Un buen truco consiste en leer el texto de nuevo pero en sentido inverso, desde el final hasta el principio. Esta extraña técnica obliga a fijarnos en cada palabra de una manera que no hacemos cuando leemos normalmente.
Corrige los textos con tus semejantes: Esta técnica consiste en que los propios alumnos corrijan y señalen los errores de los exámenes de sus compañeros. De esta forma, cuando reciben de vuelta su examen con anotaciones, evalúan su trabajo forma más crítica y se fijan mejor en los errores cometidos. Si no tenemos otro estudiante a mano, otra buena idea es dejar pasar un par de días y retomar el texto con dicho espíritu crítico activado.
Planifica tu texto antes de ponerte a escribir: Las prisas siempre son malas y más a la hora de realizar un ejercicio. Es un grave error lanzarte a escribir a lo loco, ya que si se piensa qué decir al mismo tiempo que escribes, lo más seguro es que la corrección en las estructuras gramaticales pasen a un segundo plano. Además, a partir de un nivel de B1, los textos de examen tienen la suficiente complejidad como para necesitar una planificación previa incluso cuando tienes un buen control del idioma. Por ello, lo ideal es trazar en primer lugar un esquema del contenido del texto y, una vez tengas claro qué es lo que quieres contar, plasmarlo en el papel mientras prestas atención a la gramática y al vocabulario. Por otro lado, es aconsejable practicar el writing y mejorarlo con herramientas interactivas, como Write and Improve.
Escucha activamente y toma consciencia de los errores al hablar: Al hablar, es posible que se cometan errores que dificulten la comprensión de lo que queremos decir, o que hacen nuestro discurso menos fluido. Aunque, a veces, dichos errores son de pronunciación, los errores más frecuentes son los relacionados con la estructura y el lenguaje utilizado. Para solventarlos, en primer lugar hay que realizar una escucha activa que nos permita interiorizar las expresiones y estructuras habladas. En segundo, tomar conciencia de los errores al hablar, especialmente si son recurrentes y esforzarse en corregirlos. Una práctica útil es grabarse cuando se habla en inglés y escucharlo después de forma crítica. No es necesario que nadie más escuche lo que se ha grabado, basta con escucharse a sí mismo y tomar consciencia de los errores que se cometen. Para practicar el speaking en realidad virtual, ya puedes hacerlo con Cambridge English 360 videos
Leer, escribir y escuchar mucho. Nada de lo mencionado anteriormente surte efecto si detrás no hay un gran esfuerzo constante. Eso… y una revisión constante.
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