La forma en la que nos comunicamos va mucho más allá de las palabras y el propio lenguaje encierra nuestra interpretación del mundo. ¿Alguna vez has contestado a una pregunta y te has dado cuenta de que tu respuesta no era exactamente lo que buscaban? Este tipo de fallos comunicativos son habituales y ahora sabemos que se deben a los lenguajes perceptivos.
El psicólogo Taibi Khaler establece seis lenguajes de percepción que todo el mundo es capaz de interpretar y hablar, pero entre los que suele predominar uno. Ese lenguaje dominante es visible ya a los siete años y formará la base de nuestras comunicaciones.
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Como es lógico, las personas con un lenguaje perceptivo común tienden a comunicarse mejor porque eliminan cualquier barrera interpretativa. Para saber qué lenguaje es el dominante, sólo tienes que estar atento a la forma de hablar de la otra persona. Estas son las seis variantes, que recoge la web fast company:
Lenguaje de pensamiento. Una persona que hable este lenguaje preferirá centrarse en los hechos, detalles y características. Hará preguntas sobre quién, cómo dónde y por qué y buscará que las cosas siempre tengan un sentido. Entre sus frases estarán “Creo que” o “La investigación sugiere”. Este es lenguaje dominante para un 25% de las personas.
Lenguaje opinativo. Estas personas actúan como jueces y por lo tanto su lenguaje se basará en valores y juicios. Empezarán las frases con un “en mi opinión” o “Bajo mi punto de vista” y regarán su lenguaje con “podrías”, “tendrías” y “deberías”. Es el lenguaje base de un 10% de la población.
Lenguaje de los sentimientos. Para estas personas el corazón es su guía y se centrarán en las emociones y los sentimientos. “Siento” o “Me preocupa” son dos formas típicas de empezar sus frases. Un 30% de las personas lo usan como su lenguaje base.
Lenguaje reactivo. Las personas que usan este tipo de lenguaje no tienen filtros y no piensan antes de hablar, se limitan a hacerlo, a hablar de lo que sea. Suyas son expresiones como, “increíble” y comienzos de frase como “me encanta” u “odio”. Un 20% de las personas hablan de forma reactiva.
Lenguaje de acción. Este tipo de personas usan muchos verbos, quieren saber qué hace, a dónde van. Su vida gira en torno a tomar el control y hacer lo que hay que hacer. Un 5% habla así.
Lenguaje reflexivo. Este tipo de personas no hablan mucho, pero cuando lo hacen su lenguaje es pasivo y nebuloso con frases como “déjame que lo piense” o “bajo mi punto de vista”. Un 10% de las personas lo tienen como lenguaje base.
La diferencia entre estos seis tipos de lenguaje es la responsable de los fallos de comunicación. Si un jefe con un lenguaje pensativo predominante le pregunta a un empleado más emocional (lenguaje de los sentimientos) qué opina y éste le contesta que le parece bien, es fácil que no se entiendan porque esa no es la respuesta que estaba esperando.
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