Las habilidades cognitivas tienen una relación directa en el salario que una persona percibe, de manera que a mayores habilidades, más alto es el sueldo que cobra un trabajador, según el análisis que elabora el economista de la OCDE Stijn Broecke sobre la Encuesta de Competencias de los Adultos (PIAAC 2012).
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Sin embargo, tal y como expone Broecke, en esta encuesta también se refleja que dos personas con el mismo nivel de habilidad no tienen por qué tener el mismo nivel salarial porque existen diferencias en la recompensa de esas habilidades.
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Un ejemplo de esta diferencia teniendo el mismo nivel de habilidades se produce entre los empleados más jóvenes y más mayores en los que se observa que el retorno de las habilidades aumenta conforme se tiene más experiencia en el trabajo. De esta manera, una persona con más experiencia laboral tendría un salario mayor para un nivel determinado de habilidad que aquellos que tienen menos práctica.
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Esta situación puede llevar a que se desincentive el hecho de invertir en habilidades en aquellos casos en los que las personas no las ven adecuadamente recompensadas en el mercado de trabajo, según se recoge en el artículo de Stijn Broecke publicado en la web de OECD.
De acuerdo con las explicaciones del autor, esta diferencia puede deberse a que los empleadores no observan el verdadero nivel de cualificación de los trabajadores más jóvenes porque suele ser más difícil hacer la valoración al no tener experiencia laboral, lo que a su vez lleva a que se fijen salarios de nivel de instrucción.
Esta relación es lo que se conoce como teoría del “aprendizaje empleador”, que está adquiriendo cada vez más relevancia en el ámbito económico. De hecho, en la PIAAC 2012, se pone de manifiesto que este análisis puede estar presente en algunos países que participaron en la encuesta.
Por ejemplo, en Australia y Países Bajos se observa un incremento del retorno de la actividad en combinación con una disminución del rendimiento de la educación, puesto que las personas adquieren más experiencia en el mercado de trabajo. En otros países como la República Eslovaca el retorno de la educación aumenta conforme las personas adquieren más experiencia en el mercado laboral.
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Los contratos temporales son un «trampolín» para los jóvenes pero pueden tener un impacto negativo sobre la equidad, según Broecke
Para Stijn Broecke no está claro lo que explica estos diferentes patrones de países en los perfiles de experiencia del retorno de la educación y de la habilidad porque, por un lado, parece que hay poca asociación entre las instituciones del mercado de trabajo y las características de los sistemas de educación, mientras que, por otra parte, está la posible presencia del “aprendizaje empleador”.
Una posible explicación puede ser la facilidad en el uso de contratos temporales, ya que el “aprendizaje empleador” es más probable que se encuentre en los países en los que hay una legislación en la protección del empleo con contratos temporales menos rígida.
Esto puede ser un indicio de que los contratos temporales permiten a los empleadores probar y aprender sobre los trabajadores jóvenes y darles flexibilidad para ajustar los salarios en función de la productividad observada. Una contratación sobre la que el autor señala que se convierte en un trampolín para los jóvenes, pero que también puede tener un impacto negativo sobre la equidad y la eficiencia si se hace un uso excesivo.
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Además del “aprendizaje empleador” -que es una de las causas que puede explicar que los rendimientos de habilidades aumenten con la experiencia-, existen otras razones como incluir escalas salariales por antigüedad en lugar de por productividad, el poder de negociación del trabajador individual y la discriminación.
Más información:
Why are the returns to skill lower for younger than for older workers. OECD