Si eres de los que aun finalizando con tu formación profesional o tu carrera universitaria seguramente estás sintiendo el nervio de tu vida pues es el momento de redactar tu currículum ha llegado. Pese a que tienes claras todas las claves para hacerlo de manera efectiva y diferenciarte del resto de candidatos; sabes que el objetivo de este es que te convoquen a una entrevista personal en la que podrás persuadir al reclutador y obtener el puesto de trabajo ofertado, pero… ¿cómo se van a fijar en ti si no tienes experiencia?
Si este es tu caso no te preocupes, recuerda que nadie nace con experiencia, es por ello que es de suma importancia que durante tu etapa de estudiante hagas todo lo posible por adquirir esa experiencia que te permitirá contar con una base mínima y suficiente para mostrar en tu hoja de vida y fortalecer tu perfil.
Es muy importante que consideres que para elaborar un CV no es necesario haber contado con un contrato laboral aunque pienses todo lo contrario.
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Si te preguntas qué es lo que vas a incluir en el apartado de la “experiencia”, es muy sencillo, ya que por el hecho de no haber laborado en algún lugar puedes incluir todo aquello que hayas realizado y tenga relación directa con el puesto al que te estás postulando, por ejemplo: las prácticas académicas o profesionales, cursos que hayas tomado previamente, becas, programas de voluntarios, proyectos personales que hayas ejecutado para ti o terceros (como diseños, páginas web, conferencias, publicaciones, etc.), incluso puedes echar mano de lo que hayas hecho en el negocio familiar.
No te preocupes por profundizar en la explicación de estas actividades, simplemente indícalo como experiencia y si es necesario en la entrevista tendrás oportunidad de detallarlo.
Otro punto que no puedes dejar pasar y que puede ayudarte es adaptar tu experiencia al puesto al que te estás postulando; es sólo cuestión de que eches mano de la imaginación de algo que no pensabas que podría servirte.
Debido a que cuentas con poca experiencia (bajo un contrato), también es necesario que prestes atención al apartado de capacidades y habilidades, ya que es justo en ese punto en el que puedes resaltar con detalle todo lo que tienes que ofrecer para el puesto de trabajo, además de poner en valor todo aquello que hayas hecho.
Igual puedes aprovechar que mientras te encuentras en el proceso de búsqueda de empleo, puedes inscribirte a algunos cursos que tengan prácticas en empresas, participar en voluntariados, colaborar con alguna entidad relacionada con tu ámbito profesional, entre otras actividades que enriquecerán aún más tu hoja e vida.
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Piensa que con esto además de adquirir experiencia, estarás nutriendo tu agenda de contactos, algo también fundamental para encontrar trabajo.
Es de suma importancia que tampoco te excedas en querer rellenar la hoja sólo porque sí, así que lo mejor es que seas preciso, claro y directo.
Para redactar en primer lugar, la información debe estar claramente separada por bloques diferenciados y en una sola página; y debe incluir datos personales, objetivo e intereses, formación, formación complementaria, nivel de idiomas; experiencia separada por bloques diferenciados, actividades, competencias, otros datos de interés; y en caso de que te lo soliciten una carta de presentación.
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